CAPÍTULO 10

57 15 22
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Scarlett

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Scarlett

Con pocas ganas, asomé el brazo de entre las sábanas para apagar la fastidiosa alarma sobre mi mesa de noche. Bajé a la cocina estirando los brazos y me preparé un batido.

Las cosas se habían tornado más complicadas. No había visto a Areus desde aquél día, no respondía a mis mensajes ni atendía las llamadas y cuando iba a buscarlo, una mujer me decía que no se encontraba en casa. Era como si se lo hubiera tragado la tierra. Pero sabía que estaba bien, aun podía sentir su presencia cerca por lo que creí que solo necesitaba tiempo, pero era tiempo que no teníamos, debía seguir buscándolo y obtener respuestas de una forma u otra.

Subí de regreso a mi habitación y me senté frente al ordenador dándole el último sorbo a mi bebida. Busqué su nombre en mi lista de contactos y cuando lo encontré, presione el botón de videollamada.

Espere unos segundos. Nada.

Volví a intentarlo obteniendo el mismo resultado, estaba a punto de colgar cuando por fin atendió la llamada y el video se proyectó en mi pantalla.

Tenía cara de querer morirse, pero no era una novedad. 

Lo que me preocupó fue que parecía estar enfermo, sus ojeras se notaban aún más y tenía la nariz roja, su mirada lucía muy cansada así como su postura. Su clásico gorro rojo con cuernitos de diablo ocultaba una parte de su ondulada cabellera negra perfectamente despeinada. Noté el palito de una paleta  de caramelo asomándose de su boca. 

−¿Qué te pasó? ¿Estás enfermo?–no pude ocultar el tono preocupado en mi voz, no era normal que él se enfermara de esa forma. Permaneció en silencio, dudé que me estuviera escuchando− Pues me alegra, ojalá sea grave.

−No estoy de humor para tus bromas baratas −replicó sacando el dulce de su boca para hablar. Entonces, sí me estaba escuchando− ¿Qué quieres? Estoy a punto de salir.

−¿A dónde vas?  −pregunté con curiosidad− No, mejor respóndeme otra cosa. ¿En dónde has estado? No te he visto en...

−No es de tu incumbencia –interrumpió y miró a los lados como si estuviera buscando algo, o escondiéndose de algo. O quizá solo había escuchado un ruido, pero era tan neurótico que nunca se sabía con él– Sobre lo que viste el otro día...

Trino De Cuervos [Parte 1 Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora