Trino De Cuervos [Parte 1 Completa]

CAPÍTULO 29

Areus

En cuanto Hidden y Zeth estrecharon sus manos con sus demonios para sellar el pacto de fusión, un desfile de destellos seguido por un resplandor blanco iluminó cada rincón de la habitación obligándonos al resto a apartar la mirada y cerrar los ojos, un par de segundos después, la luz desapareció.

La marca en sus muñecas era el único cambio visible. La silueta hueca del rayo con la punta hacia arriba (perteneciente a los celestiales) estaba junto al rayo negro con su punta hacia abajo (marca de los demonios) formando la marca de los Arlekvid, la cual indicaba que ambas partes estaban juntas de nuevo y que su dualidad estaba unificada. 

A pesar de que su apariencia física no había cambiado, la energía que ambos transmitían era mucho más poderosa, emanaban un poder puro tan fuerte que intimidaba con solo estar cerca. 

Dylan, siendo quien podía ver el aura a su alrededor emitiendo más poder que nunca, fue el primero en acercarse a ellos con curiosidad. Yo permanecí en mi sitio mirando de reojo a mi derecha encontrándome con Hache, si él y yo nos fusionábamos, tendríamos más probabilidades de vencer a Dorian. 

−No, Areus −mi demonio habló sabiendo exactamente lo que estaba pensando− No vamos a fusionarnos.

−Supongo que aún no me dirás la razón.

−No −respondió tajante y apartó la mirada. 

Separé mi espalda de la pared con mis manos vendadas hasta los nudillos dentro de mis bolsillos y salí de ahí con dirección al jardín trasero para tomar algo de aire fresco, Caminé por un largo pasillo iluminado por la luz del atardecer que se colaba por los enormes ventanales. 

No tenía caso seguir insistiendo, Hache no iba a hablar.  El plan que mencionó antes y la razón por la que no quería hablar al respecto eran lo que se había estado robando mis horas de sueño. 

Ya habían pasado unas cuantas horas desde nuestro escape. Dylan nos llevó a una de las propiedades de Hidden que estaba casi al otro extremo del país en donde estábamos seguros de que no nos encontrarían. No pensábamos ocultarnos por mucho tiempo, solo unos cuantos días mientras recuperábamos fuerzas e ideábamos un plan.