CAPÍTULO 34

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Areus

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Areus

Treinta minutos.

Cada paso del segundero se escucha como un recordatorio constante de que el tiempo se agota y de que la muerte está a punto de alcanzarme.

Y la pelea no está ni cerca de terminar.

Shadow adivina mi primer pensamiento y, tan pronto como giro para correr hacia Caelesttia, un resplandor golpea el suelo frente a mí. El cielo y la tierra se estremecen tras el impacto y el violento terremoto que le preceden a la grieta que se propaga en el suelo, creando una profunda ladera que me separa de Caelesttia.

Shadow recoge su cadena y se prepara para soltar un nuevo latigazo mientras un rugido compuesto por cientos de bestias brota del interior de la ladera, al igual que varias lenguas de sombras y humo. Tras un nuevo rugido parecido al de un águila o un león, lo que creí que era simple obscuridad se convierte en una jauría de figuras sin forma que se lanza sobre mí al mismo tiempo que la cadena de Shadow.

Me aviento a la izquierda para esquivar la cadena, la inclinación del terreno me hace rodar más de lo que esperaba y termino estrellándome contra una columna de piedra afilada. Siento calidez en mi espalda. Abro y cierro los ojos con fuerza para recuperarme del mareo y, en medio de la confusión, veo a la ola de sombras deslizándose hacia mí. Vuelvo a lanzarme a un lado y las sombras se estrellan contra la misma columna que yo. Huyo, pero las sombras no me persiguen de inmediato. Se toman unos segundos para devorar mi sangre, como si esto fuera lo único que les interesara de mí.

Escucho la cadena cortando el aire y me preparo para esquivar el latigazo que, en realidad, aterriza muy lejos de mí. Shadow no puede verme a través de la horda de sombras que se interpone entre nosotros. Las bestias vuelven a reaccionar por el estruendo, al igual que yo. Siento como si la sangre en mis piernas hubiera sido reemplazada por lava ardiente mientras corro. Me escabullo en medio de los lugares con las irregularidades más pronunciadas mientras sombras continúan pisándome las alas, dándole una idea a Shadow de mi posición. Él arroja latigazos, pero la efectividad de sus ataques se ve interrumpida por los obstáculos que frenan a la cadena. En medio de la huida salto la ladera de la que salieron las sombras y, tan pronto como vuelvo a tocar el suelo, un ruido agudo me ruge en los oídos de nuevo.

Trino De Cuervos [Parte 1 Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora