CAPÍTULO 23

52 15 53
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Areus

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Areus

Tal vez eso fue demasiado impulsivo de mi parte. No me detuve a pensar que en realidad no tenía a donde ir, pero cualquier cosa era mejor que seguir en ese lugar.

Me detuve en una solitaria estación de autobuses, los focos colgantes en el techo corto de lámina iluminaban un poco la madrugada con su luz blanca. Recargué mi espalda en la pared al lado de una máquina expendedora esperando a algún autobús que me llevara al centro para ir a algún hotel a pasar la noche. Hundí mis manos dentro de los bolsillos de mi chaqueta intentando huir del frío que arrastró una intensa ráfaga de viento helado. 

Recordé las palabras de Isabella cuando me interceptó en la puerta <<Todo lo que hice fue para protegerte por que te amo como si fueras mi hijo>> También me confesó que ella siempre supo todo acerca de este secreto que, al parecer, nunca lo fue. 

Eso fue lo último que dijo antes de apartarse de la puerta y dejarme el paso libre. No me detuvo, pero tampoco esperaba que lo hiciera. Ella no era mi verdadera madre, pero era la mujer que me cuidó durante esos últimos años y le había tomado cierto cariño. La pregunta acerca de quiénes eran mis verdaderos progenitores aún me atormentaba, pero no podía dejar de ver a Isabella como alguien importante.

No necesitaba comida para sobrevivir, pero mi cuerpo ya se había acostumbrado a eso, además de que comer algo dulce de alguna forma lograba calmar mi ansiedad. Inserté unas monedas en la máquina expendedora y esta se iluminó luego de varios parpadeos, pulsé unos botones y una bolsa de caramelos comenzó a deslizarse hacia el exterior hasta que de pronto, la máquina se apagó dejando el producto a unos centímetros de caer.

Maldije y le di un golpe a la máquina haciéndola temblar. 

Estaba harto de todo.

Le di otro golpe con más fuerza para que mi golosina cayera, no funcionó.

Estaba enfadado con todo, conmigo por ser tan estúpido y no ver lo que estuvo frente a mi todo el tiempo.

<< ¡Por qué no puedo tener una patética y estúpida vida normal! >>

Trino De Cuervos [Parte 1 Completa]Where stories live. Discover now