Trino De Cuervos [Parte 1 Completa]

CAPÍTULO 5

Scarlett

Ya había pasado una semana desde que nos encontramos con él. Mentiría si dijera que no me alegraba verlo, pero Areus no parecía ser la persona que era antes y eso me decepcionó. A pesar de que el Hufflered lo había convertido en un celestial de nuevo, aún no tenía ni una pequeña parte del poder que solía tener antes. Era débil, incapaz de ayudarnos y lo peor de todo era que no confiaba en nosotros, ni yo en él.

–¿Me estás escuchando? –La voz de Amelie me sacó de mis pensamientos. 

–Sí, claro –Mentí. Amelie era una amiga de la universidad, una chica humana amante del libertinaje. Alzó una ceja con incredulidad– No... lo siento.

–Preguntó si tú también estás de acuerdo conmigo sobre que no es correcto usar algo muy escotado en la primera cita –Jay habló antes de que ella lo hiciera y volvió a mirar a Amelie– Comprendo tu necesidad de querer decir "No vivo en un monasterio" pero tampoco deberías usar algo que grite "Soy una ramera". 

Me encogí de hombros dando mi opinión sobre el asunto para luego darle un sorbo al batido de chocolate frente a mí mientras ellas seguían con su conversación. Estábamos en una cafetería dentro de uno de los centros comerciales más grandes de Daxenfild. Aunque había mucha gente para mi gusto en ese lugar, me agradaba estar con ellas, eran esa normalidad que jamás había podido tener.

Al terminar nuestras bebidas, caminamos entrando en cada establecimiento, Amelie probándose vestidos a diestra y siniestra con el objetivo de encontrar el ideal para su cita de esa noche con el septuagésimo amor de su vida de esa semana. Era la octava tienda y ella se estaba probando el atuendo número cincuenta del día mientras Jay y yo esperábamos afuera del vestidor.

–Y... ¿Cómo van con eso? –Jay habló en voz baja rompiendo el silencio– Sabes que si necesitan mi ayuda de nuevo, solo tienen que decírmelo. 

Sabía perfectamente a qué se refería, Jay era un ángel caído que había conocido unos cuantos años atrás en una misión, y una de las pocas personas que sabía todo sobre nuestro mundo. Así que no me sorprendió su pregunta.