Capítulo 43

4K 391 1.5K
                                    

—Y... ¿Eso es algo malo? nunca le he dado demasiada importancia a los vecinos — respondió el azabache, mirándolo sereno.

—Aún no puedo hablar con seguridad craig, pero la primera impresión que me dio la vecina es que es una chismosa.

—¿Cómo lo sabes?

—Vino aquí a presentarse apenas termino con la mudanza, lo cual es algo extraño si me preguntas.

—Quizás sólo quería ser amable.

—Ngh, y me hizo un montón de preguntas incómodas.

—¿Ah si? ¿Cómo cuáles?

—Me preguntó si liam era mi hijo, mi nombre y hasta si vivía sólo con él Ugh ¿quien pregunta esas cosas a alguien que apenas conoce? — se irritó un poco y craig se quedó algo pensativo.

—Bueno cariño... Puede que si sea una chismosa, pero que más da, sólo ignorala si te molesta. En la vida siempre habrán vecinos más molestos que otros — le dijo sujetandole el hombro con cariño y mostrando una mirada comprensiva.

—... No le dije que vivía con otro hombre.

—Pues tampoco es cómo que sea de su incumbencia.

Tweek respiro hondo.

—Si, tienes razón... — respondió menos preocupado — Y de cualquier forma se enterará tarde o temprano, es una chismosa después de todo — murmuró esto último en un gruñido cansado.

—Jeje no le des más vueltas al asunto.

Tweek le miró con una sonrisa y después escucho los pasitos de su hijo, quien corrían desde el pasillo y traía en sus manos todo lo que habían comprado para su primer día en el jardín de niños.

—¡Mira papi! — le tomó la mano al azabache.

Liam estaba muy feliz y en eso fueron a sentarse al sofá, en donde el niño no paraba de pasarle a craig todas sus cosas nuevas y sonreír, ambos padres sólo podían verlo con una tierna sonrisa. Su entusiasmo sin duda les daba un mayor alivio.

—Vamos a a cenar — les dijo tweek colocándo algunos de los materiales sobre la mesa, levantándose del sofá y dirigiéndose a la cocina.

—Espera papi, quiero decirte cómo eran también de geniales las demás mochilas — hablo apresurado liam, mientras veía a craig levantarse y a su papi alejarse.

—Ya oíste a tu papá — le habló a a su hijo — vamos, puedes decirmelo en la cena.

—Oh... Está bien papi — obedecido siguiéndolo.

Mientras la familia cenaba tranquilamente en la mesa, y escuchaban al niño hablar sobré los maravillosos diseños de las mochilas que había visto, el timbre empezó a sonar, interrumpiendo su cena. Tweek dejó de masticar por un momento y vio a su pareja, quien también se extraño de que alguien viniera a esa hora.

—Vaya... ¿Acaso no saben que es la hora sagrada? — comentó el azabache y observo a tweek limpiarse la boca con una servilleta.

—Espero y no sea quien estoy pensando — dijo el rubio parándose de su silla y rodeando la mesa.

—Cariño, no tienes que ir, estamos cenando — le recordó craig algo serio, odiaba a las personas que no se preocupaban por venir a molestar justo en ese momento.

—Sólo iré a ver quien es, ya regreso — contestó mientras caminaba.

Craig bufo algo fastidiado y seguido miró al niño, quien no tenía idea de quien podría ser y sólo se encogió de hombros y se dedico a seguir comiendo.

Un novio para papá Where stories live. Discover now