Capítulo 8

11.5K 1K 2K
                                    

El pequeño liam noto una gran diferencia en el comportamiento de ambos adultos desde que fueron a ese nuevo parque en el centro comercial, a pesar de su corta edad habían ciertas cosas que podía entender muy bien, y ahora su papi y craig actuaban justamente cómo una pareja amorosa, se daban pequeños besos y abrazos, lo cual significaba que estaban juntos, que eran novios. El niño los veía mucho más cariñosos que antes, y estos sólo se miraban con ojos brillosos y radiantes sonrisas.

Eso le agradaba mucho mucho, pues si su papi era feliz, el también.

Craig le había caído bien desde el primer momento, y al ver cómo hacía tan feliz a su papi le alegro bastante. Craig no era cómo esos adultos que lo ignoraban y sólo se fijaban en su papá, el era bueno y hasta jugaba con el cada vez que venía. Finalmente podía verse igual a los demás niños del parque, quienes tenían a sus dos papás, eso lo hacía muy feliz.

Una noche, craig fue a visitarlos nuevamente e hicieron unas ricas hamburguesas caseras, todo fue tan divertido cómo de costumbre, y después de comer y quedarse platicando un rato en la sala el pequeño curioso lanzó una repentina pregunta.

—Ustedes ya están juntos ¿verdad? — dijo liam sentado en medio de tweek y craig, este los veía atentamente y esperaba que alguno de los dos hablara.

Craig miró al niño en silencio y luego al rubio, este último con una pequeña sonrisa acaricio el cabello de su hijo y después respondió.

—Si cariño... Lo estamos.

Liam mostró una alegre sonrisa y los veía animado, ya lo sospechaba desde hace varios días pero escucharlo de su propia boca era todavía mejor.

—¡Que bien!  — celebro sonriente y aplaudiendo.

Tweek sonrio más por la reacción de su hijo y miró a su ahora pareja, quien también sonreía y llevaba su mano hasta la cabeza de liam, rozando al mismo tiempo la blanca mano del rubio y acariciandola con cariño.

—Estoy muy feliz de haberlos conocido... Y daré todo de mi con tal de hacerlos muy felices — dijo craig y el pequeño niño brinco de golpe, abalanzandose sobre el azabache y dándole un tierno abrazo.

—Yo ya soy feliz — le hizo saber liam mientras lo abrazaba.

Craig sólo sonrio y correspondió a su abrazo. El rubio veía la escena conmovido y con una bella sonrisa, jamás imagino ver a su hijo tan contento por una persona que no fuera el. Era verdaderamente hermoso.

—Eres genial craig... Muy, muy... Genial — empezó a decir con voz cansada, y abriéndo grande su boca soltó un bostezo.

—Tu más, pequeño... Y creo ya deberías de ir a descansar, es tarde...

—¿Que? Pero si apenas son las nueve — se quejo el niño, separándose un poco de este y volteandose a ver a su padre.

—Craig tiene razón, ya es tarde.

—Apenas son las nueve papi — señaló el reloj de pared de la sala con su manita.

—Si, y a esta hora los niños pequeños ya deben estar en su cama, además te ves cansado cariño.

—Ya no soy pequeño... — bajo su mirada, haciendo un dulce puchero y sacando risas de ambos adultos.

—Lo sigues siendo para mi, eres mi bebé y siempre lo serás — le habló dulcemente mientras tocaba su nariz y lo hacía reir un poco.

—Bueno papi... Pero... ¿Craig se quedará a dormir con nosotros? ¡Podemos hacer una pijamada espacial los tres! — exclamó emocionado — aunque necesitas una pijama.

Un novio para papá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora