Capítulo 50

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Tweek se terminaba de lavar los dientes y de inmediato se lavo el rostro con agua, luego sujeto la toalla que tenía a la mano y mientras se secaba salió del baño y se dirigió hacia a su habitación, en donde ya se encontraba craig sentado en la cama y con la laptop en su regazo. Este al verlo entrar se quedó observándolo por unos segundos, cómo si lo estuviera analizando.

—No te conocía esa pijama cariño... Luces adorable — comentó craig medio coqueto para después regresar su vista a la pantalla.

Tweek, quien se veía sus ya algo visibles ojeras en el espejo sonrio al escuchar a su pareja decir eso y se volteo a verlo, esa noche había decidido usar su pijama de osito la cual hacía juego con la de su pequeño hijo y además era una de sus favoritas.

Ese tipo de comentarios siempre lograban ponerlo de buen humor, sin embargo ya empezaba a conocer muy bien a su novio y tenía una idea de lo que buscaba en ese momento.

—Ngh eres tan lindo cuando tratas de endulzar el ambiente alagandome — se acercó a la cama con ambas manos en su cintura y viéndolo más estricto — pero sabes que tenemos una conversación pendiente.

—... ¿Sigues con lo del tema del ratón? — le preguntó alzando una ceja.

—Si, ahora que estamos solos hablemos sobre eso.

Craig cerró su laptop y respiro hondo.

—Escucha tweek, no creo que tenga algo de malo que liam se haya compadecido de una indefenso ratoncito, de hecho me pareció muy ti...

—Ah ah ah — lo interrumpió negando varias veces con la cabeza — ¿tienes idea de cuantas enfermedades transmiten las ratas? Digo, ya que eres veterinario deberías saberlo.

—Si cariño lo se, pero te repito que no se trataba de una sucia rata, sino de un ratoncito bebé que por alguna extraña razón fue a parar a un jardín de infantes. No tienes que preocuparte, se que no le pegara ninguna enfermedad a liam.

—¿Y cómo estás tan seguro de eso? No sabemos en dónde estuvo. Tuve que lavar sus manitas a más no poder apenas lo traje a casa.

—Así que por eso le ardían tanto. Está vez te pasaste tweek.

—¡Tenía que asegurarme! Su maestra me dijo que ya se las había lavado pero no estaba demás repetirlo por precaución — expresó el rubio ligeramente preocupado.

—Jesús... — suspiro en voz baja y girando sus ojos, cansado de esa actitud exagerada en su pareja. Lo amaba tal y cómo era, pero en ciertas situaciones hasta llegaba a contagiarle su estrés.

Hubo un corto silencio, y de repente la faceta inquieta del rubio pasó a ser más triste, pensativa y apenada.

—... Creo que si me pase un poco — admitió tweek con arrepentimiento, para sorpresa de craig quien lo observo nuevamente y lo noto mirando el suelo incomodo — Ngh carajo, de nuevo me deje llevar.

¿Tweek aceptando su error? Ok, eso era nuevo... — pensó el de cabello azabache, era momento de entenderlo y hablar con más tranquilidad.

—Ven aquí cariño...  — dijo craig tocando el espacio vacío a su lado, invitándolo a recostarse.

Los ojos azules se clavaron en su dirección y sin pensarlo dos veces se acercó más, subiéndose a la cama para hacerle compañía y recostadose a su lado, lo siguiente que sintió fue cómo craig le tocaba la cabeza y le acariciaba suavemente el cabello, eso le hizo sentir mucha paz...

—... El ratoncito no tiene nada contagioso y de todas maneras ya lo puse en una jaula... Si te hace sentir mejor le explicaré a liam que algunos roedores causan enfermedades y que lo mejor será que no lo vuelva a tocar.

Un novio para papá Where stories live. Discover now