capítulo 60

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Cuando salieron del centro comercial craig pensó que sería agradable respirar algo de aire fresco. Observó la pequeña plaza que encontraba frente a ellos, luego el montón de estrellas que adornaban el cielo esa noche y acarició amistosamente el hombro del rubio.

—Vayamos un rato a la plaza —dijo craig dirigiendo su mirada a esté.

Tweek no estaba seguro de querer pasar otro rato más con craig, pero en algo tenía razón, necesitaba relajarse un poco antes de regresar a casa y ver cuál sería la reacción de Liam. Su confesión le había caído cómo un balde de agua fría, y por muy frustrado que se encontrará en ése momento también debía tratar de entenderlo. 

Tenía que dejar de actuar tan impulsivamente. Pensar bien las cosas antes de hablar, era lo que le recomendaba hacer su psicólogo, y vaya que era jodidamente difícil. 

El rubio suspiró pesadamente antes de responderle.

—Ok… Pero ya que nos vamos a tomar un tiempo, te pido que por favor sueltes mi hombro —fue directo con craig y esté alejó su mano de inmediato.

—Lo siento. 

—Vamos  —accedio tomando la delantera.

Craig lo miró fijamente y lo siguió. No quería que las cosas se volvieran incómodas, pero entendía si el rubio lo quería lejos en ése momento, sólo trataba de que no quedarán en tan malos términos. Eran adultos, y podían manejar esto con toda la madurez posible. 

Al llegar al otro lado de la calle tweek alzó la mirada y observó las hojas de los árboles moverse con el viento, también a una pareja pasearse por el lugar y varios bancos para sentarse. Ese ambiente sólo le hizo recordar el momento en que conoció a craig, e inevitablemente lo miró.

—Es una linda noche ¿no crees? —comentó craig llegando a su lado. 

—Ngh sí… Y está muy tranquilo aquí. 

—Si, antes me gustaba venir seguido.

—¿Y ya no?

—Digamos que, no he tenido tiempo. 

—Mmm, entonces venías mucho aquí antes de conocernos. 

—Solo cuando necesitaba respirar aire fresco. Es que, muy raras veces salía de mi apartamento o el consultorio. 

—Ya veo… 

Craig señaló un banco vacío y le sugirió que se sentarán. Tweek aceptó sin poner tantos peros, pero en cuánto fueron a sentarse hubo otro largo y molesto silencio. Seguía sin entender porque pasaba tiempo con craig luego de esa plática. Su ansiedad sólo crecía, y la presencia de esté no ayudaba en nada. 

No quería callarlo. Sentía que aún debía sincerarse más con craig, así que sin miedo alguno habló.

—Tengo mucha ansiedad en esté mismo no, craig —dijo el rubio haciendo que craig lo mirara.

—Emm, si. Entiendo.

—Y claramente no es una ansiedad buena —lo veía fijamente a los ojos —. Se que debo manteneme firme en ésto pero no quiero que lástimes a liam.

—Yo jamás lo lástimaria.

—¿Entonces ya sabes que es lo que le vas a decir?

Craig suspiró y pensó en el pequeño, sonriendo levemente.

—... No tengo que pensarlo tanto, tweek ¿sabes? Antes de convertirme cómo en un padre para él ya éramos muy buenos amigos, y no veo porque no seguir manteniendo ese lazo afectivo.

Un novio para papá Where stories live. Discover now