Cómo reescribir una novela

Capítulo 3: Príncipe Heredero

Fue raro. No, fue desconcertante. Kim Dokja ni siquiera había pensado que la novela que leyó estaba relacionada con todo esto, sin embargo, aquí estaba, leyendo un libro sobre la historia del imperio del protagonista.

"Me voy a volver loco" Kim Dokja suspiró, apoyando la cabeza en su mano con indiferencia. Sus ojos rápidamente recorrieron las líneas de texto, solo captando la información importante.

Todo fue igual. El actual príncipe heredero, el emperador e incluso la duquesa y la princesa.

"Maldita sea." Kim Dokja finalmente se dio cuenta. El continente sur estaba en guerra en este momento. Estaban formando una alianza para que el Inframundo no se volviera contra ellos, pero eso no significaría que tuvieran que participar directamente en la guerra.

El primer capítulo de la novela aún estaba fresco en la mente de Kim Dokja. La delegación fue cancelada porque el príncipe del reino con el que estaban a punto de formar una alianza murió de forma repentina.

El Reino no fue nombrado explícitamente, por lo que Kim Dokja no se dio cuenta hasta ahora.

'¿Así que se supone que el dueño original de este cuerpo va a morir?'

O tal vez, el dueño original ya estaba muerto. Kim Dokja no podía estar seguro. No quiere asumir cosas cuando solo ha estado aquí por unas pocas horas.

Más importante aún, ¿fue la novela una profecía del futuro o fue algo que ya sucedió? Si era lo último, entonces existía la posibilidad de que fuera de un mundo diferente. Si era lo primero, entonces Kim Dokja realmente tenía que encontrar al autor de la novela.

"Ahora que el Príncipe, o yo no he muerto todavía, ¿toda la novela está, básicamente, fuera de curso ahora?"

El emperador fue asesinado frente a los ojos del príncipe heredero solo porque la delegación se retrasó. Pero ahora que estaba programado, ¿no significaría eso que el emperador no sería asesinado?

¿O era que los perpetradores esperaban que el príncipe
heredero se fuera, pero cuando no lo hizo tuvieron que asesinar apresuradamente al emperador con el riesgo de que el príncipe heredero los encontrara?

Solo pensar en eso hizo que a Kim Dokja le doliera el cerebro. Dijo algo sobre reescribir la novela, pero no esperaba que esto sucediera.

Soltando algunas maldiciones y quejas más, Kim Dokja salió de sus pensamientos por un golpe en la puerta.

"Su Alteza, la delegación ha llegado a las puertas" La persona que habló tenía una voz de niña. Era Shin Yoosung, la persona más cercana al príncipe en todo el castillo.

"Sí, Yoosung-ah. Gracias." Kim Dokja respondió con tanta calma como pudo. Al oír que los pasos afuera se debilitaban, cerró el libro y se puso de pie, sacudiéndose suavemente la ropa.

Mirándose al espejo, se aseguró de que todo estuviera en orden antes de dirigirse hacia donde estaban su madre y su padre.

"Hijo." Perséfone lo saludó con una leve sonrisa. Era una sonrisa elegante y majestuosa, más adecuada para una reina que para una madre.

"Madre, padre." Kim Dokja saludó a sus padres. Se pararon en la parte delantera del castillo, escuchando el distante sonido de caballos galopando en la distancia.

"¿Los ves, hijo?" Perséfone parecía estar refiriéndose a los humanos, que finalmente aparecieron a la vista. Parecía que estaba preocupada.

"Sí. No te preocupes, madre." Esta no es la primera vez que el príncipe interactúa con el exterior. Ha visto humanos antes, pero no eran muy amigables con él. No, antes de que Hades y Perséfone lo acogieran, nadie había actuado amigablemente con él.