36. ¿Qué estamos haciendo?

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Una pizca de luz de luna brillaba a través de la oscuridad de la ventana, un blanco cálido y suave.

Gu Zhuoyan abrazó a Zhuang Fanxin con fuerza, con los brazos alrededor de la cintura y los hombros; el jadeo desigual de sus oídos le hacía resistirse a soltarlo.

Después de un rato, rompió el silencio. -¿Me estás diciendo que sí?-.

La tez de Zhuang Fanxin estaba enrojecida, y sus labios temblaban sin ton ni son. Permaneció inmóvil en su abrazo, y Gu Zhuoyan lo tomó como una aceptación. La mano que había colocado en la cintura del muchacho se desplazó hacia arriba, acariciando su ardiente rostro, pellizcando, frotando sus patillas, enganchando el lóbulo de su oreja, todo con la intención de burlarse.

Algunas burlas también tenían que ser verbales. -¿Cómo puedes ser tan tonto?- dijo. -No sabes si eres heterosexual o gay; no entiendes si te gusto o no; aparte de ser irracional, ¿para qué sirves?-.

-Maldito...- Zhuang Fanxin se resistió. -Yo también soy poco corriente. ¿Qué es lo que te gusta de mí?-

-Ese fue mi primer beso-, dijo de repente Gu Zhuoyan.

Era una mano nueva, pero con mucha práctica; había provocado al chico hasta el cansancio y luego lo había calmado con una sola frase. Las palabras 'primer beso' fueron como un anestésico; Zhuang Fanxin sintió un cosquilleo adormecedor que le subía desde la base de la columna vertebral hasta la nariz.

Tres partes de timidez y dos de presión, finalmente respondió, como si se presentara en una cita a ciegas. -El mío también-.

-Bueno, por supuesto, eres más puro que el papel de desecho que uso para mis trabajos- dijo Gu Zhuoyan, riéndose de él.

Los estudiantes de ciencias eran realmente una causa perdida; en lugar de jade blanco o perlas o tofu, eligió utilizar papel de desecho como metáfora.

Zhuang Fanxin, siempre atento a las cosas más pequeñas, preguntó -¿Te has quemado la boca o no?-.

-Te besé muy fuerte, ¿qué te parece?- dijo Gu Zhuoyan.

Lo acercó aún más. Los hombros, los brazos y las costillas eran tan finos que sobresalían. Zhuang Fanxin estaba completamente envuelto en su abrazo; aunque no era un contacto piel con piel, sus cuerpos se calentaban bajo sus uniformes.Ninguno de los dos se atrevió a hablar. Se abrazaron en silencio.

Gu Zhuoyan tenía un miedo atroz de que si aflojaba su agarre, si se quedaba a medias, este sueño dorado llegaría a su fin. Había deseado esto durante tanto tiempo, había esperado tanto tiempo; lo había arriesgado todo, casi se había burlado de sí mismo, antes de obtener esta conclusión tan clara y duramente ganada.

Un golpe seco. La puerta del aula se abrió de un empujón. Zhuang Fanxin estuvo a punto de perder la cordura por el susto, y se deslizó por el alféizar de la ventana. Gu Zhuoyan también se sobresaltó; antes de que tuviera tiempo de darse la vuelta, retrocedió y se golpeó contra una silla, todavía sujetando a Zhuang Fanxin.

Un rayo de luz se dirigió hacia ellos. Era el señor Feng con una linterna, de pie en la puerta del aula. La situación parecía una operación antivicio, por la forma en que los dos fueron sorprendidos en el acto de abrazarse. Gu Zhuoyan empujó a Zhuang Fanxin detrás de él. -Buenas noches, señor Ma- dijo con calma.

-¿Qué tiene de bueno?- El señor Feng encendió las luces. -¿Sabe qué hora es? Afuera está muy oscuro y aún no te has ido a casa. ¿Qué estabais haciendo en el aula?-.

Gu Zhuoyan explicó que acababa de terminar sus deberes y se preparaba para salir. Zhuang Fanxin se escondió detrás de él, asintiendo rápidamente. El Sr. Feng los miró con desprecio. -¿Y sólo tenían que abrazarse antes de irse? ¿Hm?-.

Espero que hayas estado bien/ Hope you've Been Well (Bei Nan)Where stories live. Discover now