Libro 1
ADVERTENCIA, ESTA HISTORIA CONTIENE ESCENAS +18 Y +21 ENTRE OTROS TEMAS.
Nathalie Parson se graduó de maestra y tras unas pequeñas vacaciones encontró trabajo en un colegio no muy lejos de su departamento.
Hunter Meyer viene de una familia...
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La directora cumplió su palabra y la entrada tiene más seguridad que antes al igual que dentro del edificio. Saludo a un par de profesores y sigo de largo hasta mi salón, donde me encuentro con un ramo de rosas azules sobre el escritorio
Me quedo quieta en la puerta sin saber a dónde mirar, descuelgo la mochila del hombro y me acerco dejandola encima de la mesa. Tomo dudosa el ramo de rosas y veo que también hay una tarjeta.
La saco del sobre y leo.
El agradecimiento puede ser mejor Con un ramo de rosas
Gracias, Nathalie.
—HM.
Hunter Meyer.
Las huelo y sin poder evitarlo una sonrisa se dibuja en mis labios. Guardo la tarjeta en mi mochila y dejo el ramo de lado cuando escucho el timbre.
Los niños entran en fila acomodándose en sus respectivos lugares y yo me concentro en poner la fecha y el tema del día.
—Buenos días, ¿Cómo están? —pregunto paseando la mirada por cada uno.
Melissa levanta la mano
—Tengo sueño maestra. —forma un puchero y los demás ríen junto con ella.
—Bueno, a lo mejor participar en clase te despierta un poco ¿No? —asiente. —ven aquí. —se detiene a un lado de mi y la giro al frente. —El día de hoy Melissa será la encargada de ayudar en el grupo. —asiente saludando a todos. —¿Me ayudas a formar grupos?
Asiente emocionada.
Pasamos por las bancas formando equipos de dos y ella se detiene con Ian.
—Ian va conmigo maestra. —Sonríe segura. —¿Que es lo que haremos?
—Vamos a trabajar en las palabras ¿Bueno? —asienten. —muy bien.
Se sientan en el suelo formando los equipos y les reparto las hojas con las actividades. Me la paso resolviendo dudas, ayudando y riendo con las ocurrencias de cada uno.
Hasta Ian sonríe más de dos veces gracias a Melissa, que no se detiene mostrándole cada color, cada garabato y tocando su hombro cuando quiere su atención.
A diferencia de los otros niños, ella es la única que se le acerca ignorando su ceño fruncido o su cara sería. Me encanta que lo haga, porque Ian es un buen niño.