Libro 1
ADVERTENCIA, ESTA HISTORIA CONTIENE ESCENAS +18 Y +21 ENTRE OTROS TEMAS.
Nathalie Parson se graduó de maestra y tras unas pequeñas vacaciones encontró trabajo en un colegio no muy lejos de su departamento.
Hunter Meyer viene de una familia...
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Mirar la nieve caer solía ser uno de mis pasatiempos favoritos, pero ahora...ya no sé que es lo que me gusta en realidad. Aparto las lágrimas antes de que lleguen a mis labios y respiro hondo alejándome de la ventana
Doy un par de pasos hasta quedar frente al espejo, dónde observar mi reflejo se ha vuelto tan difícil. Los hematomas en mi cara fueron desapareciendo con el paso de los días, las marcas en mis muñecas igual y todo parece estar bien, pero...
Solo es eso, "parece" porque no lo está.
Cuando el avión aterrizó en Nueva York, algo dentro de mi pecho me gritaba que no estaba bien, que al bajar algo pasaría y no me equivoqué, porque ese día fue el peor de todos.
Sacudo la cabeza negandome a regresar ese recuerdo ahora, ahora tengo que fingir que puedo permanecer de pie, tengo que aguantar un par de horas, solo eso y volveré aquí.
La puerta se abre de repente, haciéndome voltear para ver quién es. Abro mis brazos recibiendo a mi pequeño de ojos azules, el único que me hace un poco feliz en estos momentos
—¿Estás lista? —pregunta tomando mi mano.
—Aun no, ¿Quieres...quieres repetir de nuevo lo que hizo ella por ti? —le sonrío de medio lado.
Asiente señalando la orilla de la cama para que tome asiento. Lo hago con él frente a mi. Sus ojos azules brillan aún más cuando su ropa es completamente negra y hoy lo es, como la de todos.
Lleva su chaqueta de cuero, un par de vaqueros y un suéter de cuello alto debajo.
—Ella me salvó, hizo que esos hombres fueran con ella para que nosotros pudiéramos escapar. —murmura. —Ella salvó mi vida.
Los ojos se me llenan de lágrimas que está vez si dejo salir, ya que no puedo detener todo el dolor que abarca mi pecho.
—Lo hizo, ella salvó tu vida. —le beso la frente. —Y nosotros cuidaremos de Rose.
—Si, lo prometí.
Asiento dándole un último abrazo antes de salir.
—Ahora si estoy lista.
Mi mano siente el calor de la suya a cada paso que doy. La mansión ahora es un lugar seguro, según Hunter, quien se ha estado encargando de todo, el hecho de que lo haga no significa nada, ahora no tengo cabeza para otra cosa que no sea el dolor.
Respiro hondo bajando las escaleras de la casa, hay mucho silencio y mi dolor de cabeza lo agradece. Cuento los apsps que doy hasta la parte trasera de la propiedad, dónde veo a las personas vestidas de negro esperando por mi.
La nieve sigue cayendo y aunque ahora el invierno ya no es mi clima favorito, tengo que soportarlo, porque no tengo otro lugar a dónde ir.
Ya no podré ir a Nueva Jersey para ver a mi hermana.
