CAPITULO 57

167K 10.1K 8K
                                    

Tengo a Rose en brazos cuando Abel me abre la puerta del auto

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.

Tengo a Rose en brazos cuando Abel me abre la puerta del auto. Bajo asegurándome de que Ian haga lo mismo y es Esmeralda quien me recibe en la propiedad.

—En cuánto terminó la cirugía pidió que lo trajeran a casa. —me informa cuando subo las escaleras con Rose encajada a un lado.

—Es un terco, me voy a casar con un terco que me da dolores de cabeza con un embarazo de Mellizas. —me giro un poco para ver que Ian nos siga. — Parezco una vaca y él un niño.

—Dame la niña. —me la quita de los brazos. —No hagas muchos corajes.

Subo las escaleras con una mano en la parte baja del abdomen, llevo toda la mañana sintiendo unas punzadas, pero se pasan rápido por lo cual no debe de ser nada grave.

Tomo una bocanada de aire antes de abrir la puerta, lista para descargar mi rabia, pero mi futuro esposo está profundamente dormido. Cierro despacio detrás de mi y camino lento hasta el lado izquierdo de la cama.

Está sin camisa, con un pantalón de pijama negro, la mejilla derecha está apoyada en la almohada con varios mechones de su cabello sobre su frente. Su teléfono estaba en su mano, así que se lo quito despacio lanzadolo sobre el colchón.

Echo una mirada a la mesita de noche, tiene un montón de medicamentos, como también en su mano izquierda la vía que está conectada al suero que cuelga de uno de los ganchos.

Me inclino hacia adelante apoyando mi frente con la suya.

—Esto es jugar sucio, amor. —susurro besando su frente. —Pero no sabes cuánto me alegra que estés bien.

Me alejo quitándome el saco que traía sobre los hombros, entro en el armario dándome cuenta que no han movido mis cosas. Busco un par de pantuflas, ya que mis pies están tan hinchados, que temo que exploten.

Salgo de nuevo a la habitación, me acerco tocándole las mejillas para checar que no tenga temperatura, leo la receta que está a un lado y termino sentada en uno de los sofás cuando las niñas comienzan a patear.

Son las cuatro de la tarde, cuando comienza a removerse. Me levanto rápido cuando intenta incorporarse y en cuanto me mira la mirada se le ilumina.

—Hola. —saludo —¿Cómo te...?

—Ven aquí.

Me toma de la nuca atrayendome hacia a él en un beso que me recorre la boca en menos de un segundo. Cualquier persona que nos viera ahora, seguramente pensaría que llevamos muchos sin vernos, pero no. Esta es nuestra reacción así tengamos solo horas separados.

—¿Cómo estás? —inquiero alejándome un poco. —Eres un terco, no puedo creer que tú hijo sea más obediente que tú, ¿Me voy a casar con un hombre o con un adolescente?

Rueda los ojos y después deja ver una sonrisa que me derrite.

—Con ambos. —responde encogiéndose de hombros. —¿Ambos te han enamorado no?

Tentación Azul 1 ® BORRADOR (PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO) Kde žijí příběhy. Začni objevovat