Libro 1
ADVERTENCIA, ESTA HISTORIA CONTIENE ESCENAS +18 Y +21 ENTRE OTROS TEMAS.
Nathalie Parson se graduó de maestra y tras unas pequeñas vacaciones encontró trabajo en un colegio no muy lejos de su departamento.
Hunter Meyer viene de una familia...
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Pensar en el fin de semana que tuve con Hunter me pinta una sonrisa en la cara que a veces no recuerdo que la tengo. Eh pasado toda la semana así. El domingo por la noche hice videollamada con Zaydaly y Danielle contándoles todo, ya que no querían que dejara pasar ningún detalle
Mi mejor amiga me preguntó si me había casado con él, más veces de las que puedo recordar. Zay lo mismo, pensó que había seguido su consejo de adolescente y había aprovechado la oportunidad para "amarrar" a Hunter.
No necesito hacer eso para saber que está conmigo porque quiere, porque creo que le gusta estar a mi lado tanto como a mí me gusta estar con él.
Suelto un suspiro entrando en el salon de clases. Las vacaciones están a la vuelta de la esquina, los últimos días de colegio están cerca y nos veremos hasta el próximo año
—Buenos días. —saludo alegre mirando a todos. —¿Que tal están hoy?
Melissa levanta su mano.
—Yo tengo sueño, no quería venir, pero mi mami me obligó. —se encoge de hombros. —Dice que si quiero ser policía, tengo que saber mate.
Sonrío.
—Exacto. —pongo mis pulgares arriba. —Bueno, hay que empezar las clases.
Ian está al lado de Melissa, dándole vueltas a la pulsera que ella le regaló y no aparta la mirada de su cuaderno negro.
Él duerme a veces con nosotros, está semana lo hizo tres noches seguidas, dónde su padre me secuestraba en la madrugada a otra habitación para poder tener sexo.
Su medicamento está al corriente, no dejo que se le pase nada y no ha tenido pesadillas seguido, así que eso está bien.
Comienzo las clases, Esteban participa, Melissa también lo hace y la lectura va por buen camino ya que la mayoría lo está haciendo perfecto, hay algunos niños que les falta un poco más de práctica, pero solo es cuestión de tener paciencia con ellos.
El primer receso llega, todos salen y yo me quedo un momento para anotar el tema de la próxima clase. Saco el teléfono de la mochila y salgo directo a la cafetería, dónde cuando llego veo un revuelto de niños gritando.
Me acerco dudosa y veo a Ian arriba de otro niño, golpeando su rostro con el puño cerrado.
—Ey, ey ¿Que pasa aquí? —lo aparto mirando como el otro niño tiene la nariz rota. —¡Ian, eso no está bien!
Intenta ir encima de él de nuevo, pero lo tomo de los hombros.
El otro profesor carga al niño, sacándolo de la cafetería, mientras yo veo de reojo como la directora se acerca.
—Sueltelo, yo me encargaré. —dice. —Llamaré a su padre y a la Psicóloga del colegio.
