Libro 1
ADVERTENCIA, ESTA HISTORIA CONTIENE ESCENAS +18 Y +21 ENTRE OTROS TEMAS.
Nathalie Parson se graduó de maestra y tras unas pequeñas vacaciones encontró trabajo en un colegio no muy lejos de su departamento.
Hunter Meyer viene de una familia...
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Elías me está esperando fuera del colegio cuando salgo. Es lunes y aunque le dije a Hunter que no era necesario que los enviará por mi, al parecer no me hizo caso.
—Señorita. —me saluda cuando me abre la puerta.
—Hola, Elías.
Me subo dejando la mochila a un lado mientras me abrocho el cinturón de seguridad. Regresé el domingo por la tarde a Nueva York, Nick fue el que me trajo de vuelta. El resto del día lo pase charlando y poniéndome al día con Danielle, ya que también hacía ya bastante que no hablábamos a profundidad.
Me encantó pasar tiempo con todos, con Zay, Nick, Andre y Danielle. Como los viejos tiempos.
Cuando me fuí a dormir Hunter me llamó diciendo que Ian estaba bien, que se quedaría con él y que mañana al salir de clases (hoy) mandaría por mi.
Apoyo la cabeza en el respaldo mirándo por la ventanilla del auto. El camino hacia la propiedad Meyer es el mismo de siempre, me prometo recordar cada calle que tomamos hasta salir de la ciudad.
Saco el teléfono mirando los mensajes que tuve con Zay anoche. Prometió venir a pasar unos días con nosotros y la verdad si estaría grandioso, tanto Danielle como yo queremos convivir más con Rose.
Paso a la galería topandome con la fotografía que le tomé a Hunter. Está boca abajo, con los ojos cerrados, el ceño levemente fruncido y sus labios entreabiertos. Sonrío como adolescente enamorada del fuckboy de la escuela.
Coloco la foto de fondo de pantalla de inicio, ya que la de bloqueo coloqué una que nos hemos tomado el sábado todos juntos incluyendo a Rose. A Andre poco le gustan las fotografías, dice que sale feo en ellas, pero salgo más fea yo que él.
La camioneta se detiene frente a los escalones de la mansión y me bajo sin esperar a que Elías lo haga. El día está soleado, pero sigue estando frío, ya que estamos a mediados de Noviembre. Me despido de Simón con la mano colgandome la mochila en el hombro.
—Gracias, chicos.
Subo los escalones guardando el teléfono en la bolsa trasera del pantalón. El silencio en la mansión no me extraña, pero eso se acaba cuando escucho voces fuertes discutiendo dentro. Abro la puerta encontrandome con Hunter a punto de agarrarse a puñetazos con Enzo.
No sé de dónde saco la fuerza para tomarlo del brazo y tirar de él hacía atrás evitando que se le vaya encima. Me le pongo enfrente mirando de él a su primo, quien tiene el rostro rojo del enojo.
—¿Que está pasando aquí? ¿Porque se pelean? —pregunto sin moverme de lugar. —¿Hunter?
Se pasa las manos por el cabello dándome la espalda. Volteo a ver a Enzo con la esperanza de que sea él quien hable.
