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Salí de mi jornada voluntaria como salvavidas en una de las playas cerca de casa, aunque cada tres meses nos rotan, recibí un mensaje desconocido y luego una llamada era mamá que al parecer estaba en la isla de visitas así que la acompañaría un momento antes de que papá llegue a casa pues no le gusta que nos veamos por los problemas de mamá.

Quedaba un poco lejos así que tomé un taxi, luego de ponerme un short y una blusa corta y guardar la ropa mojada en una funda.

- oye Stacey, ¿donde vas? - me preguntó uno de mis compañeros.

- Iré a hacer algo, ¿por?

- Nada, fue raro verte andar en taxi, cuídate, nos vemos mañana. - dijo y se volvió a su puesto, mientras yo me monte en el taxi y le di la dirección.

Al llegar ahí estaba ella junto a mis tíos y me llene de emoción al verlos aunque mi mamá no se veía nada bien,  tal vez porque había estado drogandose como casi siempre, luego de su baja en la Marina.

Saludé a mis tíos con un abrazo y un beso en la frente y luego a ella que prácticamente se tiró sobre mí y empezó a llorar y a decirme cuanto me ama.

- ¡Que bueno que viniste!, ella tenía muchas ganas de verte. - dijo mi tío Leonard.

- Sí, yo también a ella, ¿por cierto cómo va la rehabilitación? - pregunté preocupada.

- más o menos sabes como es y esta semana vinimos a "distraer" la mente como nos recomendaron y luego volverá a internarse. - dijo eso y yo lo abrazaba mientras lloraba.

- Espero que esta vez si funcione. - dije en su hombro.

El tío Leonard al igual que el tío Erick junto a sus novias han sido como mis padres mientras mis padres estaban de servicio, hasta que Papá volvió de su última misión y me mudé con él.

Fue un cambio muy drástico para mí casi siempre viví en Los Angeles estudiaba en un colegio semi privado e iba a clases de ballet y bailes, y al mudarme a Hawaii estudio en un colegio totalmente privado donde asisten los hijos de figuras famosas y también los hijos de funcionarios, dejé de ir a clases extracurriculares, papá me enseñó surf y cuando cumplí catorce hice un taller de primeros auxilios y supervivencia acuática- terrestre para ser voluntaria como salvavidas o ser voluntaria en campamentos lo cual me ha gustado mucho desde que inicie.

Tengo casi ocho años sin volver a Los Angeles, desde la baja de mamá ya que se envolvió en el mundo de las drogas y el alcohol y digamos que a papá no le gustaba que presencie dichos eventos cuando llegaba borracha y esas cosas.

- Erick y yo te queremos mucho y no dudes en llamar si algo te pasa, ¿si?.

- Sí, gracias por siempre estar para mí, los quiero a ambos y saludos a Sharon y Penélope.

- Se los daremos, por cierto te trajimos algunos regalos.

- ¿Enserio? -dije emocionada

- Sí. - dijo mi tío Erick incluyéndose a la conversación.

Eran tres trajes de baños, un par de tenis,  una bolsa mis chocolates favoritos y una linda mochila con mis colores favoritos.

Seguimos charlando, mis tíos pidieron comida, mamá estaba distraida y yo ya debía irme porque en treinta minutos llegaba mi papá a casa.

- Adiós mamá, vendré a verte luego te amo. - dije dándole un beso y un abrazo.

- Te quiero mucho linda, cuídate. - dijo ella.

- Adiós tíos. - dije abrazando a cada uno.

- ¿Quieres que te llevemos a casa? - dijo Leonard.

- No, no está bien, ella nesecita atención. - respondi.

- Cuídate cariño, llámame cuando llegues. - dijo Erick

Salí del apartamento donde se alojaban  y pedí otro taxi para volver a casa, y le dije que me una casa antes que la mía, porque justamente hoy mi papá llegó temprano.

Antes de abrir, puse los regalos detrás de una planta y solo entré a casa con la funda donde estaba el traje de baño.

- Stacey Justine Mcgarrett, ¿Dónde diablos estabas? - pregunto papá algo enojado. - y no me digas que estabas en el voluntariado porque sé que no es así.

Piensa, piensa, piensa.

No sabia que decirle y me irá fatal.

- Yo, eh, yo estaba viendo academias de baile en el centro. - dije muy nerviosa.

- ¿Qué más?, uhm, no me mientas Stace no estoy jugando, ¿Dónde estabas?

- Ya te dije que estaba en el centro viendo una academia de baila, ¿por qué no me crees?.

- Ya está, déjalo solo me preocupe que no te vi, ¿Cómo te fue hoy?

- Bien, ya sabes lo mismo de siempre, ir a la escuela, venir, cambiarme, ir al voluntariado y volver; ¿que te tal tú?

- Igual, nada nuevo, te quería preguntar si quisieras que fuéramos a surfear juntos el sábado.

- Claro, ¿puede venir el tío Danny también?.

- No cariño, solo tu y yo, necesitamos pasar más tiempo juntos.

- ¿eso a qué viene?

- ¿tiene que haber un motivo para compartir con mi hermosa hija?

- Sí, tú no eres así, ¿que pasó?.

- Me asusté al no verte, creí que algo te había pasado y me lamente no haber compartido tanto contigo y no haberte dicho cuanto te amo.

- Está bien, yo también te amo mucho.

- Entonces, ¿iremos este sábado a surfear?

- Sí.

- ¿Te preparo algo de cenar?

- Estas muy cariñoso, ¿que sucede Mcgarrett?

- No seas exagerada, siempre te pregunto eso.

Eso era lo mejor de tener un padre que no te llevara tantos años, pues no eramos muy formales que digamos aunque cuando se lo propone es bastante celoso y sobreprotector.

- Ya dime que pasa.

- haremos ejercicios matutinos la semana entera.

- No, ni lo pienses, odio tus malditos ejercicios, soy una civil, no una seal como tú. - dije alterada.

- No serán difíciles, te lo prometo.

- No y no me vas a convencer.

- Da igual, te levantare de todas formas.

- Te voy a acusar con el tío Leo, digo con el Danny. - dije rápido.

- ¿Dijiste Leo?

- No, dije Danny, y ¿que tiene si dije Leo?, es mi tío también y lo sabes.

- No dije lo contrario, pero tu solo mencionas a alguien cuando lo ves, ¿Leonard está aquí? - pregunto serio.

- No, lo llamé por teléfono, quería hablar con él.

- ¿Algo que quieras compartir con Steve?

- No, ya está, ten buenas noches. - dije y me fuí.

De solo recordar los problemas de mamá me pongo mal, no entiendo ni siquiera porque le dieron de baja y como tan fácil adquirió esas drogas.

Subí a mi habitación y me encerré a escuchar música y llorar, saldría a fumar cuando papá vaya a dormir, entonces recordé los regalos y salí corriendo a buscarlos, para cerrar mi puerta con el candado.

...


La hija de Steve McgarrettOnde histórias criam vida. Descubra agora