9

524 31 1
                                    

Stace pov

No me sentía nada bien, solo quería volver a casa y dormir hasta muy tarde, me sentía incómoda estando aquí y las enfermeras solo me miraban extraño, además de que no dejaban de murmurar cosas y ver fijamente mi cicatriz.

Definitivamente me haría un tatuaje para taparla, todos la miran como si fuera lo más espantoso del mundo y eso me incomodaba bastante.

Ví a papá entrar corriendo y yo fuí abrazarlo corriendo también pero me dió un calambre que me mandó al suelo en dos segundos.

- Ahhh. - me quejé en el piso apretando los ojos para no llorar e irme lo más rápido posible.

- ¡Hey! - dijo el tío Danny. - ven, déjame ayudarte. - me ayudó a parar y me alcanzó las muñecas, mientras papá tomaba mi mochila y firmaba un papel.

Salimos los tres y fuimos al auto del tío Danny, el cual me ayudó a subir de forma muy despacio, pues aunque lo disimulara el sabia muy bien que aún tenía la pierna acalambrada.

- Stace, iremos al cuartel hasta el medio día, luego a comer y de ahí a casa, ¿si? -dijo papá.

- Sí. - dije suspirando en volumen bajo.

Y justo ahí es donde otra vez me invadió ese gran sentimiento de culpa, pues nuevamente el dejará de hacer lo que le gusta solo por atenderme y me hace sentir pésima.

Recosté mi cabeza en mi almohada y cerré los ojos unos segundos y de ellos salieron varias lágrimas, que sequé rápidamente para que no lo noten.

Debería salir a la playa o con mis amigos para quitarme el estrés, además de que llevaba varios días sin fumar y creo que hoy será el día de usar por primera vez el regalo de uno de mis amigos.

Llegamos al cuartel y me ayudaron a bajar, y fuimos a la oficina de mi papa.

El tío Danny dijo que iba a salir y no había rastros de Kono o Chin por aquí, así que por lo visto los únicos que estamos aquí somos papá y yo.

- Cariño, ¿Qué pasó hoy en la escuela? -preguntó papá sentándose frente a mí.

- Nada, es sólo que caminar nuevamente por esos pasillos me trajo algunos recuerdos de aquel día. - dije mirándolo.

- La directora de la escuela me dijo que por lo que viviste es recomendable que tengas varias terapias en un psicólogo y yo también creo que es lo más pertinente. - dijo tratando de ayudarme.

- No, no quiero ir, sólo estoy esperando los días de la recuperación completa y ya veras que seré la misma, quiero ir a la playa y ver a mis amigos, eso es lo que me hace falta. -dije explicándole mi punto de vista, pues realmente no deseaba ir al psicólogo para contarle algunas otras cosas de mi vida.

- Pues hablalo conmigo, pero exprésate, no quiero que nada te pase y sé que aún eso te atormenta y te sigue afectando, es reciente lo entiendo, pero mientras más lo hablas menos duele. - dijo tratando de convencerme.

- ¿Qué debo contarte de ese día que no sepas? - dije entre enfurecida y fustrada, no quiero cansarlo con el tema, sé que esta estresado igual o más que yo y no quisiera seguir añadiendo más carga. - ¿podría ir de vacaciones al continente con mis tíos?, al menos estos días de recuperación completa, creo que es la mejor terapia. - dije tratando de convencerlo

- Déjame hablar con ellos primero. - dijo tratando de complacerme, pero entiendo que tanto él como yo necesitamos esos días uno lejos del otro.

- Como quieras. - dije neutra, quería sonreír pero no quería que él entendiera que estoy "huyendo" de él o se sintiera mal.

- De igual forma quiero que me digas lo que sientes. - dijo y me sentí segura de decirle.

- Me siento extraña, siento que después de ahora nada en mi vida sera igual, ya no me gusta ponerme esos pantalones cortos porque todos me ven extraños, como hoy en la enfermería, murmuran cosas extrañas y quisiera no darle importancia pero es imposible.
No me siento segura pasando un pasillo sola, siento que otra vez volverán a atacarme de esa misma forma y me da miedo. - dije llorando. - Me siento estresada, llevo días sin fumar y siento que soy una carga para tí. - dije siendo sincera.

- ¿Desde cuando fumas? - preguntó curioso.

- Hace algunos años. - ya no vale la pena mentir, si desde hace días ha visto mis cigarros.

- ¿Por qué?

- Vi una vez a mi mamá hacerlo y luego, me dió curiosidad así que yo también lo intenté en una fiesta a la que fui y me gustó y le fuí tomando practica y costumbre.

- ¿has probado alguna otra sustancia?

- No, sólo fumo. -dije.

- ¿por qué no me dijiste? -preguntó dolido

- Te enojas cuando hablo o veo a mi mamá, así que no quise decirte nada de eso para que luego pelearas conmigo, con ella o alguno de mis tíos. -dije suspirando. - Hablo con ella a veces y también la he visto a tus espaldas en tres ocasiones antes de ser ingresada en rehabilitación, me contó su historia y de lo mal que lo pasa sin estar en el  SEAL.

- Escucha, no me enojo porque hables con ella, sino por como fueron las cosas.

- ¿Qué cosas?, que no me quería y que el SEAL era primero que su propia hija y su hija vivió un tiempo con sus tíos. -dije riendo sarcástica. - Lo sé, hace mucho lo sé y no entiendo tu motivo a enojarte,  ya no me afecta y la perdone deberías hacer lo mismo.

- Claro,¿la perdonaste pero a que costo? -me pregunto algo confundido.

- A ninguno, solo lo dejé asi y ella ha cambiado mucho. -dije para que me comprenda.

- No lo creo, creo que por eso empezaste a fumar y a guardar las cosas solo para ti, cuando te llama no habla de cosas que querias y tampoco te dice lo que siempre has deseado Escuchar de ella  un te amo. -dijo y yo ya estaba llorando, porque tenía razón. - pero perdoname, por comportarme de manera salvaje contigo, te amo creeme y haria cualquier cosa por ti.

- ¿Cómo dejarne hacerme un tatuaje en la cicatriz?

- Ciertas restricciones aplican. -dijo en referncia a comentario anterior. - portate bien. -dijo sonriendo y dándome un beso y un abrazo

...

La hija de Steve McgarrettWhere stories live. Discover now