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Narra Steve

- Danny ayúdame a cargarla, se están tardando demasiado y no creo que aguante mucho. - dije revisando su pulso.

- De acuerdo. -dijo él, pues estaba en un pequeño shock.

Cargamos a Stacey con la más suavidad posible ya que estaba bastante y creo que ni siquiera yo he recibido una paliza así en toda mi vida.

Llegamos a auto de Danny, yo conduciría para llegar más rápido y lo peor de todo es que el hospital más cercano se encuentra a casi veinte minutos de aquí.

- ¡Al paso animal!, la queremos viva no accidentada. - decía Danny, que no había dejado de mirarla en todo el rato.

- Estoy preocupado, Danny, ¿lo entiendes?, es mi hija la que está ahí y no puedo dejar en pensar en lo peor, ¿por qué no pudo detenerse?, voy a matarlo. - dije llorando.

- Socio tranquilo, estará bien, aun respira y solo fueron golpes no habrá de que preocuparse. - decía el tratando de tranquilizarme, pero el problema de Danny es que cuando algo malo sucede y el trata de calmar a alguien ni el mismo creía las cosas decía.

Aceleraba a toda velocidad y en ocho  minutos por fin habíamos llegado.

- ¡Necesito un médico urgente! -gritaba mientras ayudaba a Danny con Stace.

Un grupo de enfermeras nos ayudó a subirla en una camilla y luego llegó un Doctor a hacerse cargo del asunto, se la llevaron a una sala y entonces fue ahí cuando caí en cuenta de la realidad, "mi hija estaba casi al borde de la muerte".

Golpeé la pared y Danny vino hacia mí y me sentó junto a él, me abrazó y no pude evitar llorar al recordar que lo último que le dije a mi hija esta mañana fue "como quiera, hablamos más tarde", en lugar de decirle "te amo" o "cuídate".

- Soy el peor padre del mundo. - dije mirando a Danny.

- No lo eres, ¿por qué dices eso?.

- Encontré cigarros en su habitación y les pregunté por ellos y pautamos hablarlo hoy en la tarde, cuando fui a llevarla al colegio le estaba peleando y no me despedí de ella me enfoque más en discutir que decirle lo especial que es para mí. - decía con las manos entre mi cabeza.

- ¿Cómo que encontraste cigarros?

- Esta mañana cuando fui a despertarla para que vayamos a hacer ejercicios, encontré una caja de cigarrillos abiertos en el piso, los conté y estaban faltando algunos, así que tomé uno y lo guarde y en la caminata le pregunté por ellos y me dijo que me diría en la tarde, pero ve donde vinimos a parar. - Debo ir a investigar algo no puedo quedarme aquí.

- No, ella va a necesitarte al salir de lo que sea que le estén haciendo Kono y  se van a encargar de la situación y cuando ella despierte yo también me iré, se pondrá bien.

- Aún no entiendo de lo de fumar, nunca se ha mostrado rebelde, es aplicada, ama ir al voluntariado, sus amigos son buenos chicos, de donde habrá sacado eso de querer fumar. - dije bastante preocupado.

- Ten confianza en ella te lo va a decir, solo dale espacio, no la demores, se que estas decepcionado pero demuéstrale también que la amas, en un momento iré a buscar a Grace le diré que le haga un dibujo y tú deberías ir a comprarle rosas y chocolates.

- No voy a dejarla sola, te dare el dinero y lo traes, ¿Qué hay si ese idiota quiere volver y terminar de matarla?

- La pregunta es, ¿por qué?

- veré que le saco cuando despierte. -dije suspirando.

Nos quedamos en silencio y me bebí un vaso de café mientras esperaba alguna respuesta y al parecer nadie tenía nada, pues ningún médico y ninguna de las enfermeras que se la llevó daba la cara.

Danny se había ido por Grace y por algunas cosas para volver, y agradecía su inmensa amistad pues ahora mismo ni sé como reaccionar ante esto.

- Familiares de Stacey Justine Mcgarrett.  -dijo un Doctor con una planilla en la mano.

- Soy su padre, Steve Mcgarrett, mucho gusto. -dije dándole mi mano.

- Dr. Keoni Kapono, el placer es mío.

- ¿Cómo está Stacey? - Le dije bastante preocupado y esperando lo peor.

- Tiene el tabique de la nariz roto, varios golpes en el rostro, múltiples costillas rotas, una lesión en el muslo izquierdo y para su edad y peso, es un milagro que este viva.

- ¿está despierta?

- No, los sedantes aún están sobre su cuerpo y tal vez en dos horas despierte, pero puede pasar a verla.

- ¿algo más que deba saber?

- Por ahora nada, su habitación es la nueve cero cinco, en un momento la enfermera irá a hacer unos chequeos de rutina y es muy probable que tengan que quedarse al menos dos o tres días de evolución.

- ¡Muchas gracias Doctor Kapono! -dije y fui a la habitación donde me había dicho.

Al llegar allí no pude evitar llorar, pues su  cara estaba casi desfigurada, tenía vendas por casi todo su cuerpo y una gran herida en el muslo, mataría a ese maldito sin duda alguna.

Me acerqué a ella y comencé a hablarle pero parecía no poder escucharme deje un beso en su frente y me senté cerca de ella a dormir un poco pues tenía algo de sueño.

Me quedé dormido y cuarenta minutos después una enfermera entró hizo varios procedimientos por rutina, me explicó que todo estaba con la niña y volvió a salir pero yo ya no tenía sueño.

Danny volvió con Grace, pero le dije que no dejara que Grace la viera así para que no llorara y sali un momento con Grace a conversar y distraer mi mente, mientras Danny veía a Stace.

- Tío Steve, ¿Stace se pondrá bien y podrá jugar conmigo?, es que papá dijo que se sentía muy mal. - preguntó triste e inocente.

Maldije en el momento en que me perdí la inocencia de mi hija y muchos de sus mejores momentos, pero el país también me necesitaba, su madre duró mucho más que yo en el ejército y cuando le propuse mudarnos juntos se negó y me dijo que era libre de llevarme la niña conmigo, que había nacido para servir al país no para ser niñera de tiempo completo.

Entonces por eso no me gusta que Stace la vea, pues a ella nunca le importo mucho de su hija, sin embargo debo darles un millón de gracias a sus hermanos pues ellos la criaron de maravilla en nuestra ausencia y ella los ama con locura.

- Sí, si se pondrá bien y jugarán todo lo que quieran pero por ahora debe descansar para recuperar fuerzas, ¿abrazo para el tío Steve?

- Si, siempre hay abrazos para el tío Steve. -dijo mientras me abrazaba.

- Grace cariño debo llevarte con tu madre y volver al trabajo, tú debes ir a atender a tu hija ha despertado.









La hija de Steve McgarrettWhere stories live. Discover now