25

189 14 4
                                    

Stace pov

- ¡Hola Stacey!. - Me saludo Erick cuando entré.

- ¡Hola! - dije sin mucho ánimo y me senté junto a él en el mueble aunque solo quería ir a mi casa a llorar.

- No te ves muy bien. - dijo tratando de no ofenderme o eso creo.

- Y puedes asegurar que no lo estoy. - dije con el corazón roto.

Hace días atrás pasó lo de Ashton, a penas empezaba a recuperarme, empezaba a ser yo de nuevo y ahora pasa esto.

- ¿quieres salir al patio a conversar y mirar la playa? - me preguntó.

- Si. - respondí aunque no tenía ánimos, pero después de todo el no tiene la culpa.

- Espérame unos minutos afuera. - dijo y asentí y salí.

Minutos después llegó con almohadas, un tapete y una pequeña frazada, además trajo algunos snacks y un cigarro electrónico.

Colocó todo y nos sentamos a observar las olas ir y venir, la brisa ondeando mi cabello y era un ambiente de paz y un tanto diferente.

Aunque empezamos nuestra amistad con el pie izquierdo, siento que merece una oportunidad y que tal vez pueda confiar en él, aunque he pensado seriamente lo de alejarme de las personas, porque luego se van de tu vida y tu pierdes el sentido, además de que el dolor de su ausencia tardará en irse.

Aun me cuesta aceptar que Ashton ya no volverá jamás, que no lo tendré como "staff secreto" en mis competencias de surf, que no tendré con quien hablar de ciertos temas, que ya no estará ahí mi motivo para ir a carreras de motos entre las montañas o quien acompañar hacer maquetas escolares y ser su manager, enfermera, asesora y encargada de mantenimiento de él y su motocicleta, iba añadir que también era su seguridad pero con lo que le pasó fallé y no hice bien ese trabajo.

Me gusta hacerme creer que está de vacaciones en el continente europeo con su madre y su hermano materno pequeño o que se fue a ver apartamentos a New York para mudarse a estudiar el final de este verano.

- ¿quieres? - me brindó de su cigarro electrónico.

- ¿Cómo sabes que fumo? - pregunté.

- No lo sabía, solo es costumbre de brindar las cosas a los que tengo cerca, por cortesía. - me explicó.

- Entiendo. - respondí. - Nunca he usado uno de esos, solo fumo convencionales y a veces mentolados. - respondí. - Me han regalado cuatro pero no me ha llamado la atención usarlo, pero como no tengo aquí los míos le daré dos o tres caladas. - dije aceptando.

Se supone que estas cosas son personales y no se comparten, pero justo ahora tal vez necesite relajarme un poco y distraerme y por eso acepté.

Le di varias caladas y me supo como a caramelo y me gustó el sabor, luego seguí fumando hasta que se lo devolví.

- Me gustaría aprender a surfear. - dijo ahora él votando humo de su boca.

- Puedo enseñarte un día de estos -dije.

De pronto y sin darnos cuenta, ya que era de noche empezó a llover y entramos corriendo a casa, aunque amaba bañarme en la lluvia solo que aquí no tendría cambio de ropa.

- ¿quieres algo caliente? - pregunto.

- ¿Sabes cocinar? - pregunté.

- Es algo sencillo. - dijo.

- Bien, tu lo haces y yo hago las tostadas con mantequilla. - dije medio sonriendo, pues esta era una de mis cenas o desayuno favoritos, aunque no es muy común por el clima se Hawaii, sin embargo cuando llueve o hay tifones papá siempre lo preparaba.

Y de nuevo, vuelvo a recordar que mi padre está en peligro y no es un sentimiento nada bonito y hasta se me quito el hambre.

- ¿Sabes? - pregunté. - Mejor hazlo para tí, no quiero. - dije y me senté y lloré mientras el no me veía.

- Tranquila. - dijo arrodillado frente a mí y limpiando mis lágrimas.

No quería llorar, no frente a él, no me gustaba llorar frente a nadie, menos a personas que recién conozco porque siento que su nivel de empatia suele crecer y lo hacen por cortesía y no tanto porque realmente les importe, pero justo ahora no puedo sabiendo que Steve Mcgarrett no va a volver a recogerme para ir a casa, al menos no esta noche y solo espero que solo sea esta.

- No tienes que hacer esto. - dije, no quería que sintiera pena por mí.

- Tal vez no tengamos años conociéndonos, pero puedes confiar en mí, además no lo hago por lástima o pena, lo hago porque en algún momento yo también quise que alguien me diera el apoyo necesario y nunca lo tuve. - dijo al borde de llanto.

- Gracias, por esto entonces. - dije.

- ¿Quieres hablar o ver una película? - me preguntó y me trajo la taza de chocolate que ya no estaba tan caliente.

Le quedó muy rico a decir verdad y me recuerda también a las navidades que pasé con mis tíos, solo faltaron las galletas de mantequilla y me sentía como mi casa del continente.

- Veamos una película. - dije, pero cayó un rayo y se había llevado la luz. - ¡Vaya día! - suspiré.

- Descuida podemos verla en mi teléfono, tengo carga suficiente y siempre tengo unas cuantas descargadas.

Nos sentamos cerca y el empezó a buscar las películas y luego decidimos que veríamos "ahora me ves",nos acomodamos un poco mejor y nos arropamos.

...

Danny pov

Era de madrugada y aún no sabíamos nada de Steve así que no me quedó de otra que enviarlos a descansar hasta mañana.

Ya eran las dos de la mañana y cansados no íbamos a resolver nada, así que salimos del palacio y nos fuimos a casa.

Llovía bastante fuerte y había algunas casas sin luz incluyendo la mía, así que encendí mi literna al bajar del auto y caminé para abrir la puerta.

Mis ojos no podían creer lo que veían, los dos seres humanos que más se odiaban están durmiendo juntos y abrazados, si bien es cierto que le escribí un mensaje a Eric para que tratarla de distraerla pero no al punto de estar sobre el mueble uno sobre el otro.

Se dieron cuenta de mi llegada porque los alumbra con la literna y de inmediato se medio despertaron.

- ¿Encontraste algo? - me preguntó Stace esperanzada.

- Cariño lo lamento, aún no encontramos nada, pero mañana continuaremos la búsqueda. - dije algo decepcionado.

Me sentía mal por ella pues sabia que estaba sufriendo bastante y he de admitir que a mi también me duele pues no estamos hablando de cualquier ser humano, se trata de Steve Mcgarrett, mi hermano y mejor amigo.

- ¿cenaron? - pregunté

- Sí. - respondieron a la misma vez.

- Me parece bien, Stace duerme en mi habitación, tu a la tuya y yo dormiré en el sofá. - dije ordenandoles.

- No, puedo dormir en el sofá sin problemas. - Dijo Stace. - No quiero causarte molestias tío Danny.

- no es molestia cariño, no pasada nada. - respondí.

- Tío, puedo dormir en el sofá con gusto, ve a tu cuarto, Stace ven dormirás en el mío. - dijo y ella acepto, aunque apuesto que tiene la cabeza en otras cosas.

...

Se que les prometí maratón, pero será en una semana, sin embargo publiqué este cap hoy sí o sí, porque no quería que la inspiración se me escapara.

La hija de Steve McgarrettWhere stories live. Discover now