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Había pasado una semana desde lo de Ashton y cada vez más siento su ausencia, hoy sería su homenaje en las carreras y no iba a negarme a participar.

Me estaba alejando hasta de misma, no estaba durmiendo bien, menos me daba apetito, no tenia ganas de nada, pero fingía que todo era de maravilla hasta que llegaba la noche y era todo lo contrario.

Como nueva costumbre la hora de almuerzo siempre la pasaba de "asistente" en la piscina de actividades y me quedaba ayudando a Memo quien era el encargado de crear actividades y competencias para aquellos que no querían montarse en toboganes y todo lo demás.

El sábado tuvimos la oportunidad de conocer los animales marinos y eran muy lindos, principalmente las orcas, pude presenciar el nacimiento de una y me dieron la oportunidad de ponerle un nombre y le puse Kimora.

Y se supone que el domingo era cuando íbamos al parque con nuestras entradas, pero mi ánimo estaba por el piso y no quise salir de mi casa.

- Hey Stacey, ¿puedes venir? - me dijeron los chicos.

- Sí, claro. - dije dándoles media sonrisa. - ¿qué pasa? - les pregunté.

- Sabemos como te sientes. - habló una de las chicas. - así que no tienes que fingir con nosotros que nada te afecta porque no es así, somos tus amigos y queremos estar ahí para tí. - me dijo abrazándome.

- Además no queremos que nos excluyas de tu vida, porque eres importante para nosotros, te amamos y te trajimos un postre. - dijo dándome el pequeño pastel que sin temor a equivocarme sé que era de coco.

Y era cierto y ahora que lo pienso, también me siento mal por ello, me estaba alejando de ellos e incluso de muchos incluido mi propia familia y debe ser así, estoy dejando que mi vida se auto-destruya y no quiero terminar como mi mamá.

- Lamento hacerles esto chicos, yo también los amo muchísimo y gracias por darme mi espacio. -dije abrazándolos. - Esta semana ha sido muy caótica y me afecto mucho la partida de Ash. - les dije con lagrimas y en los ojos y siendo sincera. - pero pondré de mi parte.

- Descuida, te entendemos, no pasa nada. - dijo Kimy

- Nos preguntamos, si quieres ir mañana a la playa con nosotros, haremos un picnic como los viejos tiempos, ¿Qué dices? - me preguntó otra de las chicas.

- Esta bien. - les dije sonriendo. - Por cierto, estaré corriendo en el homenaje de Ash y me gustaría que estuvieran ahí. - Les dije y espero a que digan que sí, pues después de todo son mis amigos y me gustaría que fuesen mis amigos.

- De mi parte, puedes contar conmigo. -dijo uno y los demás también dijeron lo mismo.

- Gracias- les dije feliz.

- Bueno, es hora de volver a la realidad. -dijo Kailu.

Y nos dirigimos a las piscinas de labor, hoy a Kailu y a mi nos tocó estar en las piscinas de niños y por lo tanto, no tendríamos que usar el neopreno, sino un traje de baño corto una gorra, para protegernos del sol.

Jugamos con los niños y me sentía un poco más feliz y espero seguir así hasta el anochecer donde las horas se volvían eternas y de soledad.

Acabamos el turno y hoy en lugar de ir a encerrarme en casa, fuí al Palacio y por primera vez en muchos días tenía hambre así que hoy si aceptaría una hamburguesa.

Al llegar al palacio no había nadie y me fuí al despacho de papá a sentarme a leer algún documento relacionado con la vida marina, ya que el sábado tendremos clases de Biología Marina y Vida Marina.

Vi al sobrin de Danno llegar y me parecía algo raro verlo aquí, pero tal vez vino a buscar a Danno, pero al verme entró al despacho de papá y yo pare de leer.

¡lo siento no sabia que estabas leyendo! - dijo el sobrino del Tío Danno, pero realmente no tenía ganas de lidiar con él y menos de pelear.

- Descuida, no pasa nada. - le dije en son de llevar la paz.

- Por cierto, quería pedirte disculpas si alguna vez te ofendí o te falté al respeto, no era mi intención yo realmente quería un amigo o amiga en esta isla, ya que pasaré mucho tiempo aquí y no sabía como llamar tu atención para que seamos amigos. - me explicó algo dolido.

- Lamento si yo también te traté mal, eso solo que me molesto un poco tu actitud. - Dije siendo sincera.

- ¿entonces podemos ser amigos? - me preguntó sonriendo.

- Claro, no veo el porqué no, después de todo nos veremos más de lo que nos gustaría. - dije dándole una media sonrisa.

- Pues empecemos de nuevo, hola soy Erick Russo y es un placer conocerte. - dijo algo coqueto, pero me gustó.

- Un placer conocerte Erick Russo, soy Stacey Mcgarrett, el placer también es mío. - dije dulce.

- ¿Quieres un helado? - me preguntó. - Tardarán en llegar así que creo que nos da tiempo. - Me explicó.

- Claro, ¿Sabes llegar? - le pregunté riendo.

-No, pero no importa para eso estás tú. -dijo riendo. - Tu nos guías y yo invito.

- Como digas. - dije y salimos.

Salimos y fuimos a la heladería más cercana, eran los típicos helados estadounidenses, así que supongo que les van a gustar, aunque yo prefiero los helados locales, porque tienen un sabor más natural e ingredientes un poco fuera de lo común.

Al llegar me fijé que había asientos vacíos, así que nos sentamos juntos uno al frente del otro y parecíamos una pareja.

- Bien, iré a buscar la carta para luego ordenar. -dije parandome.

Saludé a los chicos que estaban trabajando y les pedí por favor la carta y luego volví a sentarme.

- Bien, aquí está el menú puedes ver lo que tienen disponibles. - dije entregandoselo.

- De acuerdo, ¿cuál me recomendarías tú? - dijo mirándome fijamente y sonriendo y no está de más decir que tiene linda sonrisa.

- Bueno, siempre vengo aquí cuando quiero algo que me haga recordar al continente, así que te recomendaría el de dulce de leche con vainilla clásica, o tal vez galletas con crema. - dije.

- Pues pediré Vainilla clásica con galletas con crema. - dijo. - ¿tu que vas a querer? - me preguntó.

- mmm. - pensé. - Una malteada de helado de macadamias, con Vainilla imperial y fresas naturales. - dije dándole una de mis combinaciones favoritas.

Pasamos una tarde un poco diferente, entre risas y conociéndonos y he de decir que Russo ya no me cae tan mal, volvimos al Palacio y aún no llegaban, así que nos quedamos viendo una película en el despacho de papá.

...

¿Se aproxima un romance?

La hija de Steve McgarrettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora