33

182 11 0
                                    

Stacey pov

Como tenía autorización estar en el agua sin hundir la cabeza o mojarme el oído, había iniciado unas pequeñas clases de nado y confianza a Russo en las piscinas de la Estación Central de Entrenamiento de Rescate, antes de llevarlo a entrenar a la playa.

Le enseñaba técnicas de respiración, de relajación, técnicas de concentración, a practicar en el suelo, y a practicar un poco en el simulador de la piscina.

- Lo haces bien, pero debes tener más confianza. - le dije ayudanlo a subir nuevamente a la tabla. - Hagamos nuevamente ejercicios de relajación, estas muy tenso. - dije mirándolo a los ojos.

- ¡De acuerdo! - dijo animado.

- Recuerda confianza, iré a encender el simulador de olas. - salí de la piscina, lo programé y lo entendí por tres minutos.    - primero remas, luego te acuestas, te paras y tienes el equilibrio. - dije paso a paso, pero se cayó.

El simulador se apagó y entonces decidí que era mejor salir un rato de la piscina para relajar un poco los músculos y para evitar calambres.

- ¿por qué no me sale? - dijo ahora fustrado con mi tabla en la mano.

- Hagamoslo juntos - propuse.

- ¡Claro maestra! - dijo riendo nervioso.

- primero vamos a inhalar y exhalar varias veces aún te noto tenso. - dijo tocando sus hombros y dándole un masaje breve. - El surf es un deporte que consiste en dejarse llevar y estar completamente relajado para disfrutarlo. - le expliqué.

- inhalo - dijo aspirando todo el aire. - exhalo. - dijo expulsando el aire, mientras yo seguía dándole el masaje.

- Ahora mira la tabla. - le dije. - tocala, abrazala, sientela, dale la vuelta, etc; porque ella será tu compañera y debes tener confianza en ella. - dije haciendo que explore la tabla. - Son solo tú y ella contra el mar. - dije en forma de secreto, ya que me encontraba detrás de él haciendo que toque la tabla.

- ¿Puedo sentarme sobre ella? - preguntó.

- Sí, visualizate en ella, ella es tu amiga fiel. - dije y el se sentó adelante en la tabla y yo tras él. - Ahora vamos a remar juntos para conseguir esa ola que se aproxima. - dije tratando de que él tenga plena confianza. - Cierra tus ojos, relajación el cuerpo, estamos remando mutuamente y dejamos que las olas nos lleven. - dije imaginando la escena. - Nadie está, sólo tú, la tabla, las olas del mar y yo. - seguí con el simulacro. - Tienes la valentía y el coraje, tomas el impulso, te arrodillas y te pones de pie. - dije animandolo

Y seguí así hasta que lo logró, lo sentía un poco más confiando en él y seguro de sí mismo y eso es algo imprescindible a la hora de surf.

- Quiero intentarlo en el agua de nuevo. - Me dijo y yo accedí y encendí el simulador por diez minutos.

- Antes de entrar al agua, nos colocamos el leash, miramos el panorama y poco a poco nos introducimos agarrando la tabla debajo de nuestro brazo. - dije recordando las indicaciones.

- Copiado. - dijo él e hizo lo retroalimentado

- Ahora soltamos la tabla, nos impuestos y nos sentamos en ella.

- Copiado. - y realizó la indicación.

- Una vez sentados, dejamos que agua toque nuestros pies, nos relajamos y sentimos como el agua nos lleva y cuando estemos seguros inicamos a remar.

- No puedo. - Dijo Russo un poco asustado porque la intensidad de oleaje aumento y había olvidado ese detalle. - No puedo. - seguía diciendo.

- ¡Hey! - le dije. - ¡Mírame! - le pedí. - ¿confías en mí? - le pregunté y asintió asustado. - Estás bien, nada va a pasar, estamos juntos y yo estoy a tu lado, tú puedes. - dije tratando de animarle.

- No, no puedo, siento que puedo ahogarme. - dijo entrando en crisis y no me quedó de otra que subir con él a la tabla.

- Estamos aquí, juntos, nada va a pasar. - le dije en secreto y dándole un corto abrazo. - ayúdame a remar hasta la orilla. - le pedí.

- ¡vamos! - dijo medio nervioso, pero sabía la técnica.

- ¿Qué canción te gusta? - pregunté para distraerlo, porque no miento cuando digo que esta nervioso y la simulación en lugar de las olas disminuir la intensidad aumentaba y creo que eso lo ha asustado mucho más.

- I Don't Want to Miss a Thing. - dijo mientras seguíamos remando.

- ¿te parece si la cantamos juntos? - le dije en volumen bajo.

- ¿te la sabes? - preguntó

- Un poco. - respondí.

Cantamos y a pesar de todo disfrutábamos el momento, las olas falsas nos llevaban mientras remabamos camino a la orilla, estabamos prácticamente a la mitad de la piscina, así que seguía cantando en volumen bajo " My Heart Will go on" de Celine Dion.

- Cantas muy lindo. - dijo mas calmado mientras las olas ya no estaban tan recias y llegábamos a la orilla.

- Gracias - dije. - ¿quieres bajarte aquí y nadar o llegamos a la orilla en la tabla? - pregunté.

- Nadando. - dijo.

- Bajaré primero y luego tú. - hice lo que  dije y el me siguió. - debes quitarte el leash para que no te afecte nadar. - le dije. - No te lo quito porque no puedo sumergirme. - le expliqué.

- Descuida lo haré de forma rápida. - dijo y si se lo quito rápido.

- Ahora pon tus hombros sobre la tabla y nada solamente con los píes. - le ordené. - Cualquier ayuda que necesites estoy aquí y voy tras de tí cubriendo tu espalda. - le dije y continuamos la travesía. - ¡Eso es! - dije animandolo.

Luego pasé un poco más rápido a su lado y lo ayudé a salir completamente de la piscina.

- ¿Estás bien? - dije revisandolo.

- Sí, todo bien, gracias a tí. - respondió dándome un beso en la mejilla muy cerca del labio. - gracias por ayudarme, se nota que eres buena en lo que haces. - me dijo mirándome muy profundo.

- Gracias y estoy aquí siempre que quieras. - Le dije, mientras íbamos a donde dejamos nuestras cosas.

- ¿Estás bien tu? - me preguntó. - ¿mojaste tu oído?

- Si, si estoy bien y solo roce un poco con el agua, así que no me entró agua al oído. - respondí secando un poco mi cabello.

- ¿quieres ir a comer algo? - me preguntó. - ¡yo invito! - dijo antes de que le respondiera.

- Sí, pero la próxima invito yo.

- ¡como digas! - respondió algo feliz. - ¿Dónde fuimos cuando te volví a ver  te Parece?

- Sí, amo la comida de Kamekonas. - respondí y salimos.

- ¡pues ahí será! - dijo tomando mi mando y besándola.

...



La hija de Steve McgarrettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora