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Steve pov

Ayude a Stace a bajarse y se veía un poco mal humorada, algo que no es muy característico en ella, me coloqué su mochila en los hombros, le pasé sus muletas y ambos entramos al cuartel.

- ¡Vaya pero si lo más precioso de su tío esta aquí! - dijo Danny yendo hacia ella.  - ¿Dejaste la sonrisa en casa cariño? - volvió a decir Danny, pero ella sólo lo miró y siguió directo a mi oficina.

Danny y yo intercambiamos miradas y cuando se encontraba un poco alejada le explique lo sucedido a Danny.

- Está un poco molesta porque no le di los calmantes esta mañana, pero no puede acostumbrarse a ellos, ella está bien. - Le dije a Danny.

- Si, pero no creo que solo sea por eso viejo, ¿le hiciste algo más?

- No, que sepa yo.

- hablaré con ella más tarde. - dijo Danny viendo que le habrá pasado

- ¿Chin y Kono dónde están? - pregunté ya que es un poco tarde.

- Llegarán un poco tarde.

- Pues vayamos hacerle compañía a la fiera, mientras aparece un caso. - dije riendo.

- Deberías decirle ese apodo en su cara, a ver si ríes con la misma emoción; por cierto linda mochila va perfecto con tu estilo. -dijo él riendo.

- Ja Ja Ja, soy un nuevo icono de la moda. - dije "modelando"

Caminamos a mi oficina y allí estaba Stace con su cabeza agachada y sollozando.

- ¡Cariño!, ¿Qué pasa? - preguntó Danny acariciando su hombro.

Puse la mochila en el sofá de mi oficina y cerré la puerta para hablar más tranquilamente.

- ¿te duele mucho? - le pregunté preocupado.

- No, no pasa nada. -dijo limpiándose las lágrimas.

- Stace, las personas lloramos por un motivo y aunque siempre seamos los fuertes, es bueno y es válido llorar y hablar cuando algo nos afecta. - dijo Danny abrazándola y ahí empezó a llorar más. - Sí no quieres hablar con el animal de tu padre estoy aquí. - dijo ahora acariciando su cabello.

- Soy una inútil, ni siquiera puedo estar varios segundos de pie sin esas malditas muletas, tampoco puedo dormir sola y no volveré jamás a surfear, ahora soy la persona más torpe a la que su papá debe de ayudar. -dijo llorando.

Danny iba a hablar pero alguien inesperado se le adelantó.

- Para mí no eres una inútil, ni la persona más torpe, eres la chica más genial y la mejor hermana mayor del mundo. - dijo Grace llegando de la nada. - Danno dice que eres como mi hermana. - dijo agregando luego de decir que era "la mejor hermana". - ¿Puedo darte un abrazo?

- Sí. - dijo ella un poco más calmada.

- Olvidé decir que Grace no tenía clases hoy y un vino conmigo. -dijo Danny. - y lo que dijo Grace es totalmente verdadero, eres la mejor y estamos muy felices de que te estés recuperando.

Yo no sabía que decir, yo no sabía cómo sentirme, tampoco sabía cómo lidiar con todo esto, realmente estoy pensando en mandarla algunos días con sus tíos al continente, ha sido muy duro para ella y yo trato  de apoyarla pero no sinceramente ya no sé como.

- Stace, ¿puedes peinarme?, Danno me arruinó mi trenza esta mañana. -dijo Grace preocupada por cómo se veía su cabello y reí por su ocurrencia.

- Claro, es una orden. - dijo ella sonriendo. - solo si nos dejan poner un salón en esta oficina. - preguntó mirándome

- Adelante, es todo suyo damas - dije riendo.

- Ella también puede peinarte, puede darte masajes, enseñarte como sonreír en los selfies y comprarte helado, mucho y helado. - dijo abrazándola de nuevo.

Para Grace, Stace es una clase de estrella sobrenatural capaz de hacer cualquier cosa, ella nunca ve lo malo en ella y es su mejor inspiración.

- Bueno, también deberían poner una sala de tareas aquí, porque Grace tiene una maqueta que hacer y tú señorita también tienes algunos pendientes. - dijo Danny

- Concuerdo, Stace tiene algunos pendientes que hacer antes del lunes. - dije un poco serio.

- Tío Steve ¿primero puede peinarme? - me preguntó Grace. - Prometo ayudarle a hacer su tarea después.

- Claro, siempre y cuando hagan las tareas y no volverán mi oficina cabellos arriba, todo está bien. - dije besando sus cabezas. - Danno creo que sobramos, las damas necesitan su espacio; niñas estaremos en la oficina de Danno. - dije saliendo con Danny tras de mí.

- Stace más tarde hablaremos tu y yo, ¿si? - dijo Danno un poco serio.

- No, no es necesario, descuida. - respondió ella.

- Sí que lo es, Grace no le hagas pararse mucho, ¿si? - dijo señalandola.

- Si papá.

Y salimos hacia su oficina.

- Bien, ahora tu vas a decirme como te sientes con todo esto. - dijo Danny muy serio.

- ¿De que rayos hablas Danny?

- Ya se a quien lo saco Stace, algo te afecta pero prefieres no hablarlo y no es así como se resuelve inútil. - dijo alternándose.

- Escucha, me duele verla así no sabía que se sentía así y he pensado mil cosas últimamente y una de ella es mandarla unos días al continente.

- No, ¿Estás loco?, la estas mandando a evadir la realidad, lo siento pero no estoy de acuerdo, debe recuperarse aquí debe estar con nosotros y la apoyaremos pero no puedes enviarla allí a hacer las cosas como si nada hubiera pasado; además la pones en riesgo para jamás volverla a ver, ¿qué si uno de sus tíos dice que no eres apta de vivir con ella y quiera su custodia hasta los veintiuno?, ¿eh? - dijo algo enojado pero con bastante sinceridad.

- ¡Tienes razón!, pero ya no sé que hacer para que se sienta bien, dormí con ella y no quería ni cerrar los ojos con temor a que fuese una pesadilla, en la mañana fue a su cuarto y sé que buscaba algo y puedo apostar a que fueron cigarros, casi ni desayunó y cree que dependerá la vida completa de esas pastillas.

- No se siente bien porque aunque le haces todo, ella cree que es una molestia, es muy independiente hace las cosas por su propio medio y tú casi no estás en casa, entonces tal vez piensa que es una carga para tí. - dijo tratando de entender la situación. - Haz alguna actividad con ella.

- ¿Cómo que?, no tengo idea.

- Tú no, pero yo sí. - dijo tomando su teléfono y marcando a no sé quién, salió un momento, mientras yo solo miraba un punto fijo pensando que demonios hace Danny.

- Ya tengo tu fin de semana resuelto. - dijo entrando con una gran sonrisa.

- ¿De qué diablos hablas? - pregunté confundido.

- Digamos que Denning tiene a tu hija en un pedestal, así que por eso nos conseguí un fin de semana en las suites del mismísimo Hilton; ¿Acaso no soy un genio? - dijo riendo.

- ¿el cuartel entonces? - pregunté ya que el es el segundo al mando.

- Cuando dije nos conseguí, hablé de todos, así que sólo trabajaremos hasta el viernes al mediodía y volveremos el lunes, órdenes del gobernador. - dijo feliz - ¡una vez en tu vida deja de pensar en trabajar!, quita esa cara nos alojaremos en una suite.

- De acuerdo, de acuerdo. -dije riendo

...





La hija de Steve McgarrettWhere stories live. Discover now