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Stacey pov

Fui al cuartel un momento, ya que como estaba castigada no tenía vehículo y me era más cómodo ir al cuartel  que a casa.

Saludé a todos y luego fuí al despacho de mi padre al cual tengo dos días sin hablarle a modo de "castigo", por no haberme dicho lo que sabía.

- ¡Hola Stacey! - dijo Grace corriendo a abrazarme.

- ¡Hola cariño!, ¡te extrañé mucho estos días! - le dije mientras la cargaba.

- ¡yo también a tí! - me dijo muy emocionada. - ¿es cierto que trabajas con Orcas y otros animales marinos?. - pregunto entusiasmada.

- No, no trabajo con ellos, los cuido, los animales no son para trabajar. - le expliqué.

- ¿entonces no haces trucos con ellos en la piscina? - me preguntó algo decepcionada.

- No, no hacemos espectáculos con ellos, hacemos algo mucho mejor y es dejarlos libres y cuidar de sus enfermedades y protegerlos de quienes les quieren hacer daño, además de que solo hago eso los fines de semana, los demás días trabajo en las piscinas del parque.

- ¿Algún día puedo ir contigo? - me preguntó de manera muy inocente y tierna.

- ¡Claro!, ¿Qué dices si le preguntamos a tu papá para que me acompañes este sábado al parque y el domingo vamos al santuario? - le pregunté ahora yo más que emocionada.

- ¡Sí, vamos! - se bajó de mis piernas y luego me pare para ir donde Danno se encontraba.

Aún estaba usando gafas por el golpe que me causó el estúpido que dice ser mi abuelo y aún tengo una ligera molestia en el abdomen, sin contar que muchas veces me duele cuando nado por el esfuerzo realizado.

Tocamos la puerta de la oficina de Danno y nos dejó pasar y como de costumbre ahí se encontraba su amigo.

- ¡Danno, Grace y yo venimos hacerte una petición! - le dije ignorando a Steve que estaba a su lado.

- ¡Ah sí!, ¿de qué trata? - preguntó muy intrigado.

- Grace quiere venir conmigo al parque este sábado y el domingo quiere ir al santuario, ¿podrías darle el permiso? - pregunté.

- ¡Lo voy a pensar! - respondió.

- ¡Pero!, ¿por qué? - preguntó Grace por la respuesta de Danno e incluso a mí me sorprendió que dijera eso.

- ¡Tengo que pensarlo! - volvió a decir de la misma forma.

- ¡Es injusto! - se quejo Grace.

- Grace, espérame unos minutos afuera, por favor, ¿sí?. - dije ya que podía suponer de que se trataba.

- ¿lo vas a convencer? - preguntó esperanzada en secreto.

- ¡trataré! - le dije de la misma forma y le dí un abrazo, ella salió y nos quedamos los tres.

Me senté frente a él e ignoré todo el tiempo que Steve se encontraba ahí y proseguí con la conversación.

- Escucha Danno. - le dije suspirando. - se que tal vez piensas que soy una irresponsable o que últimamente me estoy comportando diferente, o hago cosas que ustedes no sabían, pero no metas a Grace en esto, sabes que jamas haría algo que pudiera causarle daño o no la cuidaría porque no es así. - le explique. - Sé que por eso no le diste permiso, pero hemos salido otras veces y sabes muy bien que la cuido mucho más que a mi misma vida. - Seguí argumentando.

- Y lo sé, pero últimamente tengo dudas no por Grace porque sé que si la cuidas bastante bien, sino por las cosas que últimamente has estado haciendo, fumas, te escapas de casa, carreras ilegales, allanamiento a propiedad privada y puedo continuar la lista. - Me dijo.

- Sí, y tienes toda la razón pero no la metiera  en nada de eso, además de que lo hice por una razón.

- Y por la misma razón terminaste herida más de una vez. - me reprochó.

- Y lo lamento, ¿sí?, no es como si quisiera que me golpearan cada vez que le plazcan o meterme en "problemas" como lo llamas tú, pero lo entiendo sí y si crees que por mi culpa tu hija saldría lastimada, ¡sí!, ¡es mejor así!, no saldré con tu hija. - dije a la defensiva.

- No, no estoy tratando de decir eso. - dijo este ahora angustiado.

- Pues no es lo que se está notando, sí lo reconozco he cometido errores y se me fue la mano con esto de Ashton, pero también he hecho cosas buenas pero al parecer últimamente no es lo que se nota, mejor dejemoslo así, si me disculpas creo que volveré a mi casa. - dije y salí de su despacho.

- ¿lo convenciste? - me preguntó Grace con mucha ilusión y me dolía tener que decirle que no, pero últimamente me ven como la mala de todas las historias.

- No, pequeña, pero otro día te regalaré entradas para que vayas con él. - dije dándole un abrazo.

- Está bien, al menos lo intentaste, te amo. - dijo devolviendo el abrazo y no pude evitar llorar.

- ¡Grace!, ¿Puedo decirte un secreto?.

- Sí.

- ¿no le dirás a nadie? - pregunté.

-No, ¿es algo malo?. - preguntó asustada.

- No, es algo bueno pero nadie puede saberlo.

- Pues no dejaré que nadie se entere, pinky promise. - dijo enseñándome su dedito

- Bien, me iré algunos meses  fuera de Hawaii. - le dije tomando sus dos manos y ella se puso a llorar. - ¡oye!, no llores, yo te amo mucho y siempre te voy a recordar y si quieres me puedes llamar, no estés así. - dije secando sus lágrimas.

- Pero te irás muy lejos.

- Pero será por algo bueno cariño.

- No, no quiero que lo hagas. - dijo aún más pegada a mí.

- Shhh. - la abracé y le cante una canción. - Tengo que irme a resolver algo, nos vemos después.

- No, no, no. - decía ella haciendo rabietas.

- shhhhhh, me harás llorar también, no te pongas así, tu primo te cuidará muy bien, tal vez mucho mejor que yo, pórtate bien, ¿sí?

- ¡Lo haré! - dijo y ahora sí, tomé mi mochila y me fuí, pero no a casa, sino a la estación a poner mi renuncia del voluntariado.

En el camino hice algunas llamadas para iniciar los trámites a mi nuevo empleo junto al Gobernado Denning, ya que yo si había ganado el proyecto escolar pero lo había rechazado porque no me sentía apta para realizarlo.

Sin embargo quería demostrarle a Steve y a Danny que sí soy buena persona y no soy tan torpe como piensan últimamente.

...

La hija de Steve McgarrettWhere stories live. Discover now