21

226 14 1
                                    

Llegué al cuartel y me fuí al despacho de papá, ninguno estaba aquí al parecer estaban investigando un caso y no me quedó de otra que sentarme a leer el manual con los reglamentos del parque que nos entregaron para aprendernos.

Cuando iba por la página treinta, me había quedado dormida, ya que me estaba sintiendo algo cansada, pero alguien abrió la puerta del  despacho y me desperté.

- ¡Stacey! -dijo papá entrando. - Casi iba a llamarte, lamento haberte despertado.

- Descuida. - dije limpiandome los ojos y adaptandome a la luz.

- ¿Qué tal te fue hoy? - me preguntó algo emocionado.

- Bien, nos dieron nuestros uniformes, algunos manuales del parque, libros para nuestras clases de los sábados, ensayamos el nuevo show del verano que se estrenará en tres semanas y nos dieron boletos gratis para ir este fin de semana junto a nuestros familiares. - dije contándole de mi día.

Es algo que solemos hacer siempre, decirnos como nos fue o que aventura vivimos ese día, creo que es lo más cercano a comunicación que tenemos y lo valoro mucho.

- ¿Qué tal el tuyo? - le pregunté interesada.

Siempre he visto a papá como una especie de héroe, mis tíos siempre me contaban historias de mamá y papá en el ejército y era algo completamente fascinante, pero admiro más a mí papá porque realmente lo he visto hacer lo que realmente ama.

A veces me preguntaba, ¿que hubiese pasado si yo no hubiese nacido o que John Mcgarrett hubiese muerto?, él realmente ama arriesgar su vida por salvar a otros y eso para mí es ser un gran héroe, aunque a veces me dolía "nuestra relación" padre e hija, pero el realmente quiere intentarlo y ambos ponemos de nuestra parte para que funcione.

Nunca se lo he preguntado y las ganas de hacerlo me carcomen, pero si su respuesta fuera igual a la de mi madre realmente me destrozaria y por eso no me atrevía a preguntarle si realmente me quiere tanto como al SEAL.

En u a ocasión cuando tenía nueve años de edad y mamá estaba de vacaciones por un tiempo se lo pregunté y su respuesta fue corta un simple no y la abracé y la besé creyendo que había dicho que no porque me preferiría a mí y luego me explicó que era todo lo contrario y que yo dañé sus metas y planes al nacer.

Para ella el SEAL era más importante y eso a mi no me importó mucho, ella siempre fue así no me quería tanto, pero papá a pesar de todo si me amaba y me aterraba pensar que el pensara lo mismo que mi mamá, porque entonces me hacia pensar que yo no era importante para nadie.

- Estuvo bastante movido, pero ha valido la pena, cada vez encontramos algo más sobre el atentado de anoche. -dijo suspirando porque sabía que era información sensible de manejar.

- ¿Qué han encontrado? - pregunté algo interesada.

- Aún no puedo darte esa información, pero Danno y yo te lo prometimos, encontraremos a quien hizo esto. -dijo acariciando mi cabello. - ¿comiste algo?

- Sí. - mentí.

- ¡Stacey estoy hablando en serio! - dijo sin una pizca de humor y por sus facciones sabía que era mejor decir la verdad.

- No, no he comido. - dije dándole media sonrisa.

Él se sentó frente a mí y suspiro, tal vez se siente fustrado.

- Stace, debes hacer un esfuerzo, yo reconozco que esto ha sido muy reciente pero debes tratar de continuar poco a poco, tienes que mantenerte positiva ante todo estoy y debes mantener una buena alimentación porque sabes la preparación que conlleva ser rescatista y cansada y mal alimentada no creo que vayas a ayudar mucho a alguien. - dijo tomando mi rostro en sus manos.

- Fuí a verle esta mañana y se veía peor, no puedo soportarlo jamás he perdido a alguien y no me imagine que doliera tanto. - dije llorando. - Es como un hermano para mí y no sé que haría sin el. - dije llorando.

- Ayy cosita no llores. - apareció Danno detrás de papá. - Sé que tal vez no sea lo mismo, pero nos tienes a nosotros y de igual forma te amamos, yo me siento triste si tu lo estas y me siento preocupado cuando no comes o cuando no te sientes bien. - dijo abrazándome

- Tal vez no quieras nada de cenar, pero podemos ir al centro a comer hamburguesas, de esas que tanto te gusta. - dijo tratando de "animarme", ya que las hamburguesas son uno de mis platos favoritos.

- No, quiero ir a casa. - dije porque me sentía muy agotada.

- ¿Te duele la cabeza o has tenido taquicardia hoy? - me preguntó papá preocupado.

- La cabeza un poco. - pero tal vez fue del sol que tomé o por la actividad física.

- Stace, ¿te bebiste todo el suero completo, verdad? - me preguntó mi papá de forma intrigante.

- mm mm. - y en efecto entendió que había sido un no.

- Estas deshidratada por eso te sientes cansada y con dolor de cabeza, aún me queda mi sándwich de la merienda, te lo daré. - dijo Danno, pero no podía dejarlo hacer eso.

- Danno no, lo has traído para tí y es tu merienda, no puedo aceptarlo. - dije para que no me lo diera, pero no hizo  caso.

- ¡Vamos ahora cometelo! - dijo dándome el sándwich que traía bastante queso fundido, mantequilla y estaba casi quemado como me gustaba, además de que tenía tomate y sabía muy rico.

Ninguno de los dos se fue hasta que me lo comí y luego papá me dió una pastilla para el dolor de cabeza, ambos salieron para ver a Chin y Kono que traían nuevas noticias y yo me había quedado dormida en donde estaba.

Estaba soñando con Ashton y soñaba que no podía ayudarle porque estaba en fase crítica y necesitaba todo mi apoyo, el había chocado frente a mis ojos y no pude hacer algo para salvarlo.

Desperté con el corazón a mil y sentía como si había ocurrido un maratón, estaba algo mareada y tenía náuseas, cosa que solo ocurre cuando tengo pesadillas.

- ¿está todo bien? - me preguntó ese niño nefasto.

- Sí, si, estoy bien. - dije trata de lucir mejor.

- No es lo que parece.

- Solo necesito aire. - dije parandome, pero un mareo me hizo sentarme otra vez.

- Deberías pararte más despacio. - dijo el sobrino de Danno y me ayudó.

- Gracias. - dije algo avergonzada

- ¿Sabes donde esta el consultorio del tío Danno? - dijo cambiando de tema. - Digo, es obvio que lo sabes. - dijo riendo mientras reformulaba la pregunta.

- Es por aquí- le dije mientras salíamos del despacho.

Y lo lleve, al llegar papá y Danno se encontraban hablando con alguien por teléfono y sólo escuché "el maldito, me mató a mi hijo" y ese tono de voz que  reconozco me hacen pensar lo peor, Ashton había muerto.

- ¿Ashton está muerto, es eso? - dije y nadie me dió una respuesta y salí corriendo a buscarlas.

...

La hija de Steve McgarrettWhere stories live. Discover now