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Stace pov

Me preparaba para ir a la dichosa cena que el gobernador había planeado para nosotros, no tenía ganas, pero era algo que yo no decía, así que tuve que aceptar por las buenas.

Busqué un jumpsuit que había comprado para el cumpleaños de una de mis amigas del voluntariado y me puse unos zapatos blancos sin tacón que combinaban a la perfección con el outfit.

Recogí mi cabello en un moño algo descuidado y me maquille con una sombra del color del diseño del vestido y un lindo pintalabios rosa que me acordaba a Barbie.

Decidí no llevar algún bolso, porque luego papá tendría que cargarlo y bueno, no quiero molestarlo.

Salí de mí habitación y bajé las escaleras despacio, por las estúpidas muletas, no veo la hora de que me quiten los puntos, para dejar de usarlas

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Salí de mí habitación y bajé las escaleras despacio, por las estúpidas muletas, no veo la hora de que me quiten los puntos, para dejar de usarlas.

- ¡Stace! -dijo papá

- ¡Abajo! - respondí

- ¿usaste las muletas, cierto?

- Sí papá, si las use.

- bajo en un momento.

- De acuerdo. - respondí de nuevo y me senté a ver tik toks en mi teléfono.

Minutos después papá bajó y se veía muy bello y elegante, además me gustó que llevara aquella pulsera que le regalé hace algunos días, me miró y le sonreí y me pare para ir hacía él.

- ¡Vaya que elegante se ve Sr. Steven Mcgarrett! -dije llegando hacia él y dándole un abrazo.

- ¡Te ves muy bella Stacey Mcgarrett, son duda tienes los mejores genes! - dijo riendo y dándome un beso en el cabello.

- ¡cuidado, ni me despeines! - dije por lo del beso anterior.

- ¡wuao que rápido crecen!, cuando eras más pequeña por videollamadas me decías cosas más lindas. - dijo "dolido", aunque sabe que fue broma.

- Hoy es martes, no jueves. -dije riendo, haciendo referencia de que los jueves son de TBT y allí podía hacer esa clase de recuentos.

- ¡como digas! - dijo riendo. - ¿Estás completamente lista? - me preguntó ahora un poco más serio y asentí.

- Por cierto, ¿podrías llevar alguna pastilla en caso de que me duela? - le pregunté un poco preocupada.

- ¿Te duele o tienes alguna molestia? - me pregunto preocupado. - ¿pasa algo?

- No, no me duele, lo digo en caso de ser necesario. - le explique.

- Cariño, creo que tienes una pequeña psicosis con lo de las pastillas, si no te duele no son necesarias, no te puedo acostumbrar a ellas, eso no es bueno, si quieres puedo poner el kit por precaución, pero no quiero que estés la noche completa pendiente a eso, ¿sí? - dijo tomando mis manos.

- Sí, está bien. - dije mirándolo.

- Lo iré a buscar y nos vamos. - dijo y subió los escalones de dos en dos.

Bajó con un pequeño neceser morado lila con flores azules zafiro y blancas con el nombre del hospital en el que estuve ingresada, tomó las llaves, revisó que todo estuviese bien y salimos.

Como de costumbre me ayudó a subir a la camioneta, guardó las muletas en la parte de atrás y luego él se montó.

- Por cierto, ¿Qué asientos son más cómodos para viajar casi seis horas por avión? - pregunto de repente.

- Bueno dicen que las mejores para esa cason las clases ejecutivas y la primera clase, ¿por qué lo preguntas? - pregunté ya que su pregunta no viene a ningún caso.

- ¿Tú cual escogerías? - siguió preguntando e ignorando mi pregunta.

- La clase ejecutiva es más barata y como son seis horas, creo que la comodidad es suficiente y los servicios son semejantes al primera clase. - le explique mi punto de vista. - ¿A qué viene tu pregunta?

- ¡Tenía la duda! - dijo restandole importancia.

- Si tú lo dices. - dije restandole importancia también.

Minutos después habíamos llegado y una linda agente con un uniforme parecido al de las tripulantes de cabina nos recibió y nos colocó en una pequeña sala de espera, puesto que aún no tenía la autorización de dejar pasar a ninguno de los invitados, según nos explicó.

Papá me ofreció un asiento para que esté más cómoda y con gusto acepté, a lo lejos vimos al tío Danny junto a Grace y papá fue a buscarlos, para que vinieran hacía acá.

Grace al verme corrió a abrazarme y me hacía muy feliz verla, es una niña increíble y amorosa y también es mi hermana porque así la veo yo.

- ¡Hola preciosa!, ¿Cómo has estado? - le pregunté cuando terminó de saludarme.

- ¡Estoy bien y estoy muy feliz de volver a verte! - dijo muy tierna

- Yo también estoy feliz de verte, por cierto estás muy bonita, ¿te parece si nos hacemos un selfie? - le pregunté.

- Sí, tu también estás muy bonita, me gusta tu outfit y tu peinado. - dijo y reí por su comentario, es toda una gurú de la moda.

Saqué el teléfono y nos hicimos varias selfie, luego el tío Danny se ofreció a tomarnos varias fotos y por último me tiré fotos con mi papá.

- Damas y caballeros presentes, les damos la bienvenida a la casa gubernamental de Hawaii, para mayor orden y por seguridad de aquellos que andan con menores, les pediremos que formen una fila para la revisión y acceso al salón donde será celebrado el evento. - dijo una voz por un alto parlante. - De igual forma les recordamos que para poder mantener el respeto y mayor concentración coloquen sus teléfonos en vibrador y moderen el tono de voz a la hora de hablar. - volvió a decir la chica y dió las gracias a los invitados por cumplir las normas.

Nos colocamos en la fila y gracias a mi "condición" de salud, a los integrantes del 5-0, nos dieron pasó para ser de los primeros y evitamos la larga línea de más de cien personas, después de todo las muletas han dado algún beneficio.

- Bienvenidos, ¿usted es el comandante Mcgarrett cierto? - le pregunto otra de las uniformadas a papá.

- Así es. - respondió este muy amable.

- Bien para el discurso, usted y su hija se sentarán en la primera fila y los demás en la segunda. -dijo esta explicando. - En la cena se sentarán todos juntos en la mesa número tres.

- ¡De acuerdo, gracias! - dijo papá y nos fuimos a sentar donde nos indicaron.

Casi media hora después por fin todos se habían sentado y Denning iniciará su discurso, mientras esperábamos que todos terminaran de llegar nos ofrecieron un vaso de cóctel hawaiano y hay que reconocer que estaba muy delicioso.

Estaba un poco nerviosa, pues en esta primera fila habían muchos diplomáticos y personas de alta jerarquía política aquí en Hawaii y me ponía algo ansiosa, más porque uno de mis crushes quien es hijo del embajador de Alaska aquí en Hawaii.

- ¿Estás bien?, te noto algo nerviosa. - pregunto papá.

- Nada, es sólo que jamás hemos estado en primera fila con gente tan importante en un evento como este. - le dije.

- Tranquila, solo será hasta el discurso, según dice la pantalla en cinco minutos iniciamos. - dijo y saludo a un político que se sentó a mi lado.

...
Continuará

La hija de Steve McgarrettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora