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Llegó la hora del break por lo tanto iré a almorzar y luego volvería, tal y como lo acordé con papá.

Ya que Kamekonas está un poco lejos de la academia de entramientos tomé uno de los Four wheels que están a nuestra disposición en horarios de labor o entrenamientos, solo debíamos mostrar nuestra identificación, firmar unos documentos de salida y decir hacía donde iríamos aunque cada vehículo tiene un serial único y un sistema de rastreo GPS.

Me puse las gafas y salí y conduje los casi veinte minutos hasta Kamekonas, la ruta era bastante placentera pues la brisa golpea con tu cara, además de que hay una linda vista en todo el trayecto.

Aparqué donde pudiese ver el vehículo y luego me dirigí al kiosco a esperar a quienes me invitaron que llegarían según un último mensaje en cinco minutos.

- ¡Hey pequeña Comandante!, ¡que bueno que hayas vuelto!, ¡te extrañé! - dijo Kamekonas saludandome.

- ¡yo igual te extrañé y extrañé tus platos deliciosos! - dije sonriendole.

- ¿Qué vas a querer hoy?, ¿un plato al azar o ya tienes algo en mente? - me preguntó ya que casi siempre le pedía algo que el quisiese que pruebe del menú y pocas veces elegía yo algo especifico.

- una ensalada basica  de camarones con parmesano extra.

- Pues no extrañaste tanto mis platos, si al final estás comiendo cosas de Haloes. - dijo con su tono característico. - Mira llegó el comandante le diré lo que quieres comer, estoy seguro que no estará de acuerdo.

- ¿de qué nos perdimos? - dijo papá llegando y más atrás venia el tío Danny con ¡no puede ser su sobrino, ¿verdad?!

- ¡comandante tu hija sólo comerá ensalada básica con camarones, volvió siendo una haloe!. - se expresó Kame.

- ¡estoy seguro que es sólo la entrada! -dijo papá riendo y luego me miró! - princesa ¿que tal?, por cierto, ¿con quién viniste? - dijo mirando a todos lados buscando alguna respuesta

- Vine en uno de los Four Wheels. - dije calmada.

- ¿que viniste en qué? - pregunto el tío Danny preocupado.

- No te preocupes se conducirlos a la perfección. - le respondí.

- No lo dudo, pero la carretera es algo peligrosa y está bastante lejos para venir solo en cuatro ruedas. - respondió este.

- ¡relájate Danno!, ¿confías en mí? - le pregunté.

- Sí, si lo hago, pero no confío en cualquier loco al volante por esa carretera. - dijo exasperado.

- Estoy de acuerdo con Danno, sé que puedes hacerlo y conduces muy bien, pero el trayecto es un poco peligroso, además de que supongo que lo hiciste sola y que nadie de tu grupo vino como suelen hacer a veces. - dijo papá apoyándolo

- ¿no les voy a ganar, cierto? - pregunté, porque sería difícil hacerlos cambiar de opinión.

- No, no lo harás porque no tienes razón. - dijo Danno quejándose. - oye kamekonas dame lo mismo de siempre y una coca-cola bastante fría, esta chica va a terminar con mi juventud. - dijo pidiendo su plato.

- tú Haloe nuevo, ¿Qué vas a querer? - preguntó Kamekonas y juro que sino hubiese sido por Kame olvidamos que estaba ahí.

- Ah sí, cierto, Kamekonas él es mi sobrino estará un tiempo en la isla conmigo y todo lo demás, podrías darle unas de tus especialidades. - dijo Danny presentándolo. - Stace cariño él es Erick Russo mi sobrino.

- ¡hasta que volví a verte! - dijo empezando a molestarme de nuevo.

- papá, ¿recuerdas cuando te dije que tuve un vuelo fatal porque un chico me molestó? - le pregunté.

La hija de Steve McgarrettWhere stories live. Discover now