Capítulo 24

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Cuando vi a Kenneth frente a mí, no podía creerlo, jamás me pasó por la cabeza que su cliente antiguo del que tanto me habló, pero nunca dijo el nombre era precisamente Emilia Pardo, esta es la mejor sorpresa que podía darme, mi corazón y mi cuerpo lo añoraban tanto que desde que lo vi me ha sido difícil despegarme de él.

Luego de que se me pasó el efecto de la sorpresa tuvimos una deliciosa cena y de ahí fuimos directo a mi habitación para trasladar mis cosas a la suya. Descubrí que Tania fue su cómplice y le informó no solo de mi horario sino de todo lo que había hecho desde que llegamos —muy chismosa mi amiga— pero el punto es que tuvimos un reencuentro maravilloso, lleno de pasión bajo las sábanas y acurrucados disfrutando de un maratón de películas, para mí suerte ya había terminado el trabajo por lo que simplemente me relajé junto al hombre del que sin duda estoy muy enamorada.

⊱✿⊰

Al día siguiente llegó la tan ansiada reunión donde conocería a la famosa escritora que tanto admiro, la mejor parte es que no estoy sola y tendré un fantástico acompañante.

El encuentro con la escritora no es hasta las tres de la tarde por lo que tenemos toda la mañana para nosotros. Por ello, lo primero que hacemos en la mañana es ir a una cafetería pequeña pero muy hermosa o eso muestran en las fotos de la página web, su estilo me recordó a Francia, el plan es tomarnos un delicioso desayuno y disfrutar de la hermosa vista que nos ofrece la ciudad desde uno de los balcones, aún es muy temprano por lo que se puede ver como poco a poco la Sevilla toma vida.

—Jamás había visitado esta parte de España, por lo que puedo asegurarte que mis ganas de hacer turismo son enormes.

—Pues usted señorita tiene mucha suerte porque su fabuloso novio la llevará a la Catedral.

—En serio —digo emocionada antes de dar un sorbo de mi chocolate caliente.

—Sí, así que ya puedes darme un fabuloso beso como recompensa —río.

—No tienes que hacer nada para que te dé bese —respondo mientras me acerco para besarlo —pero aun así estoy feliz por tener un guía tan sexy.

—Suertudo soy yo por tenerte a ti —sonrío como tonta enamorada, pero es lo que soy así que no tengo remedio.

—Cuando era pequeña mis abuelos paternos me hacían historias de sus viajes, ellos eran una pareja de aventureros, siempre estaban felices y no podían estar lejos él uno del otro,

—Como nosotros —me interrumpe, pero tiene razón.

—Recuerdo que justo allí se conocieron por lo que me hace muchísima ilusión poder ver ese fantástico lugar.

—Pues será un placer llevarte —dice mientras me entrega su tarjeta al dependiente para pagar la cuenta, al rato este regresa y se la devuelve, termino mi desayuno por lo que cojo mi bolso y salimos juntos del local.

Luego de un viaje a pie de veinte minutos finalmente llegamos, tardamos un poco más de lo normal por mi culpa, pues me entretuve con cualquier tontería en el camino, pero estoy tan enamorada de esta ciudad que cada sitio simplemente es maravilloso, y me encargo de fotografiar para guardar el recuerdo.

La Catedral en la mañana es hermosa los rayos de sol hacen magia al reflejarse en los cristales de los grandes ventanales. Confieso que me encuentro fascinada ante la maravillosa arquitectura de estilo gótico, tengo entendido que es la más grande del mundo de ese estilo, disfrutar de su estructura y belleza es un viaje al pasado y mi mente se inundó de recuerdos de historias que escuché mil veces por dos personas tan queridas para mí, mi abuelo era fan de este sitio y de alguna forma lo recuerdo y siento más cerca al estar aquí, no lo digo en voz alta pero lo extraño muchísimo.

Lluvia de BesosWhere stories live. Discover now