Capítulo 52

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Richard me toma de un brazo y me jala al suelo, se escuchan disparos y a lo lejos se ven a unos hombres que cada vez se acercan más, por la oscuridad de la noche no se logra detallar quienes son, solo espero poder salir de aquí porque si de algo estoy segura es que no deseo morir hoy. Dos hombres de seguridad salen de la casa y se acercan a nosotros, los pocos que estaban con nosotros en el jardín yacen en el suelo muertos junto al camarero que nos atendió.

—Vamos, tú iras de primera no te acerques a ninguna puerta o ventana vale —me dice y yo asiento, me quito los zapatos porque justo ahora necesito la comodidad y movilidad suficiente para poder correr si es necesario —Nosotros estaremos detrás, no te pasará nada —sé que no miente, puede que este loco y sea un mal hombre pero con sus acciones me ha demostrado lo mucho que me desea, por eso sé que no permitirán que le quiten lo que considera un trofeo.

—A la cuesta de tres... uno, dos , ya —Agachada camino lo más rápido que puedo hasta la casa, siento los disparos y me asusto aún más, pero no entro en pánico porque no deseo morir y en mi mente solo estoy pidiendo que este acontecimiento me dé la oportunidad de poder escapar finalmente de este sitio.

Después de mí entra Richard con cara de pocos amigos y sus dos hombres, Tania aparece a lo lejos y en su rostro se nota lo asustada que se encuentra

—Tania —grita el jefe —Llévala a uno de los refugios —Me levanto y voy hacia ella y la abrazo, en este momento ambas lo necesitamos para al menos creer que todo está bien

—¿Quién chimbados nos está atacando? ¿Cómo lograron entrar?

—Patrón alguien de adentro los tiene que haber ayudado, nuestros hombres están listos para atacar

—Qué esperan mátenlos a todos —Ambos asienten y se van por el pasillo, él se queda ahí viendo como todos disparan y se nota que está muy furioso, luego nos mira a nosotras

—Les dije que se fueran —Tania me toma de la mano para guiarme y Richard saca su arma y comienza a disparar

Caminamos por los pasillos con mucho cuidado porque aún no sabemos quién ataca y si ya lograron colarse en la casa, evitamos las ventanas y puertas que den con el exterior hasta que Tania se detiene en una puerta, entramos y al parecer es un estudio, pero distinto al que yo conozco, a un lado hay una chimenea que encima tiene un gigante cuadro, me quedo perpleja ante la foto porque en el lienzo aparezco yo.

—Este tipo en serio está loco

—Así es —dice Tania mientras cierra la puerta desde adentro

—Toma un papel y comienza a escribir

—¿Qué haces? —se lleva una mano a los labios y entiendo al momento que no hay cámaras pero si graban los sonidos

—Asegurarme que nadie pueda entrar —ella sigue escribiendo y cuando acaba me entrega la hoja

No están atacando, vinieron a rescatarte y a atraparte a Richard, no hay tiempo para explicarte pero debemos sacarte de aquí, quítate la ropa

Una mezcla de emoción y nervio me invade, obedezco y comienzo a quitarme el vestido, Tania hace lo mismo, no sé qué estará planeando pero tampoco puedo preguntar. Cuando estamos en ropa interior, ella me quita el vestido y me entrega sus leggings, su camisa y zapatillas. Ella comienza a vestirse y yo la imito.

—¿Qué estas planeando? —murmuro

—Te voy ayudar a escapar

—¿Y tú? —ella niega —No quiero que te quedes aquí

—Necesito una cuartada —susurra para que solo yo la escuche

Cuando ambas estamos listas ella saca de un cajón una soga y un arma, me entrega el arma y la tomo con temor porque no solo no se utilizarla también tengo miedo a que se me vaya un tiro. Luego va al estante de libros y tomo uno, un ruido como un clic suena, y lo que antes era un librero se vuelve una puerta secreta. Tania regresa al escritorio y vuelve a escribir algo para mí.

Vas amarrarme a una silla, y luego me golpearan la cabeza, te irás con el arma y no miraras atrás, saldrás a la calle donde está la policía

Abro la boca para hablar pero ella me detiene, se sienta en la silla del escritorio y con su cabeza me hace n gesto para que la amarre, eso hago primero una mano, y luego la otra.

—Tienes que correr, porque cuando cruces esa puerta comenzaré a gritar, llévate los papeles para que nos sospechen de mí, el arma no tiene puesto seguro y necesito hacer esto creíble vale —me dice al oído y yo asiento

—¿Qué estás haciendo Abigail? Baja el arma —me guiña un ojo

—¿Cómo salgo de aquí? —digo con tono furioso

—No hay salida, solo baja eso y hablemos vas a hacer algo de lo que te arrepentirás

—No tú hazme caso, quítate la ropa

—Está bien, pero tranquila

—Toma, ponte esta

—¿Qué estas planeando?

—Siéntate ahí y obedece

—Vale, pero tranquila no se te vaya a ir un disparo

—Tania, hazme caso y cállate —ella sonríe animándome a seguir —No te muevas a disparo

—Tranquila —Esperamos unos minutos y ella me alienta a continuar

—¿Cómo salgo de aquí?

—La única salida es por donde entramos

—No, no lo es, él te dijo que me llevaras a un refugio, no creo que una habitación de la casa sea, dime como salgo o disparo —ella finge que llora —muy bien voy a disparar a la cuenta de tres: uno, dos...

—En el librero —con su cabeza me pide que me acerque, pongo mi oído cerca de su boca para escucharla

—Pégame —retrocedo y realmente no quiero hacerlo pero eso pondría su cuartada en riesgo, así que murmurando un "lo siento" le pego en la cabeza, consiguiendo que pierda un poco el orden de todo.

—Gracias —murmuro, tomo las hojas y salgo corriendo por dónde ella me indico, no miro a tras pero al cabo de los minutos puedo escucharla gritando ayuda, solo espero y todo su plan funcione porque luego de todo esto, estoy segura de que no le deseo nada malo, todo lo contrario ahora la comprendo mejor y hasta la perdono porque tengo claro que nunca ha deseado hacerme daño.

Llego al final y empujo una puerta de metal, luego la cierro y termino en una carretera, a un lado se ven las luces rojas y azules de las patrullas por lo que corro con todas mis fuerzas hacia ellos

—Alguien se acerca —gritan, veo mi mano y aún tengo el arma, la tiro a un lado porque no quiero que me disparen por estar armada, corro y cuando estoy ceca de llegar a ellos me detengo en seco.

Me volteo, y uno de los hombres de Richard me mira sonriendo pero esta desaparece cuando una bala de la policía lo alcanza, intento caminar pero caigo sobre mis rodillas, siento como un líquido recorre mi espalda, abro mis labios para pedir ayuda, pero las palabras se quedan ahogadas en mi garganta, puedo sentir un fuerte dolor que proviene de mi espalda.

—Traigan a los médicos —escucho a alguien decir

Siento movimiento a mi alrededor, toda mi vida pasa por delante de mis ojos, me vuelvo consciente de todo a mi alrededor pero a la vez estoy ida en todas esas palabras que no fui capaz de decir en su momento, veo a mi familia, a mis amigos, y Kenneth y me doy cuenta que pase gran parte de mi vida odiando sin motivos y quizás no les dije lo mucho que los amaba como era necesario.

Alguien se acerca a mí, y pone sus manos en mi espalda, presionando la zona que arde, hago un gemido de dolor y todo se torna oscuro.

Lluvia de BesosWhere stories live. Discover now