Capítulo 53

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Lentamente abro los ojos y una luz blanca me recibe provocando que vuelvas a cerrarlos, una vez más lo intento y aunque paso menos trabajo, me siento desorientada, y no reconozco el lugar dónde estoy, observo la habitación y me percato que estoy en un hospital, el recuerdo del disparo en mi espalda lo recuerdo perfectamente, esa sensación de latigazo que luego se volvió un ardor profundo que me impedía moverme, hablar y finalmente recuerdo caer en el suelo inconsciente.

A un lado y veo a mi amiga Alexa dormida en un sofá, no sé cómo llegué a estar junto a ella. Trato de hablar pero mi garganta está tan seca que arde, la miro y en mi desesperación por llamar su atención termino haciendo un mal movimiento que me provoca un fuerte dolor en mi espalda y siento como un líquido comienza a salir de mi espalda, miro la sábana blanca se vuelve roja, uno de los aparatos comienza a pitar constantemente y mi amiga se despierta asustada, la miro con los ojos muy abiertos y ella corre a mí, al ver el desastre que provoque va a la puerta y llama desesperadamente a un médico o una enfermera.

Al instante dos enfermeras y un medico acuden a sus gritos desesperados y comienzan atenderme supongo que me sedan una vez más porque de repente mis parpados comienzan a pesarme y todo se vuelve oscuro.

⊱✿⊰

Es de noche cuando recupero la conciencia, esta vez no hay sustos, me encuentro más calmada ahora que se donde me encuentro y el recuerdo de mi traumática experiencia es solo eso. Puedo deducir que es de noche porque todo se ve oscuro por la ventana. Lo mejor de todo es que Alexa está despierta entretenida en su teléfono y cuando abro los ojos, me sonríe gesticulo la palabra agua y al instante se levanta para servírmela.

Después de hidratarme finalmente siento que el habla vuelve a mí y puedo decir mis primeras palabras.

-Hola -digo con trabajo

-¿Te sientes bien? -asiento

-Me diste un buen susto, como te atreves a desaparecer de esa manera, casi muero Abigail

-Es idea mía o me estas regañando por haber sido secuestrada

-Tienes razón, lo siento realmente me preocupe, ahora mismo te abrazaría si pudiera -le tomo la mano y la presiono

-Todo está bien ahora, es lo único que importa

-Tengo que avisar a los médicos

-Vale -ella sale y regresa con un doctor que recuerdo de la primera vez que desperté

Tras varios minutos hablando con el doctor sobre mi condición, comienzo a tener sudores fríos, palpitaciones, hiperventilación y el rápidamente comienza a examinarme, lo escucho decir que me subió la presión arterial, lo cual es lógico luego de escuchar como estuve a punto de morir por una bala en mi espalda.

Revivo el dolor intenso y el miedo que sentí en ese momento, cuando pensé que moriría con tantas cosas pendientes aún. Me aferre tanto a la vida que supongo que gracias a eso sigo aquí, pude escapar de un demonio, y enfrenté a la muerte solo me faltaba una cosa para ser feliz, más bien a alguien.

-Tranquila -me dice el doctor -ya todo pasó, ahora estás a salvo -De algún modo sus palabras me calman y el miedo desaparece.

-Gracias doctor

-Ahora solo descansa, asegúrate de mantenerte bien alimentada, si todo avanza bien, en unos días podrás regresar a casa-Luego se marcha

-No avisé a tu familia porque te conozco y sé que no querías preocuparlos

-Pero ellos se fueron y yo aún no estaba en casa

-Recibieron un mensaje tuyo, que decía que los amabas mucho pero que no llegarías porque habías arreglado todo con Kenneth

En ese momento, la puerta se abre y Martin entra con un paquete en una mano y en la otra un ramo de flores, la puerta se cierra sola lentamente y soy capaz de ver a dos oficiales parados en la puerta.

-¿Cómo está mi cuñada favorita?

-Soy la única que tienes -Alexa le da un beso y toma las flores para colocarlas en un jarrón en la esquina de la habitación -estoy lo mejor que se puede luego de disparo -ambos me miran sin saber que decir

-Te traje ropa, como me pediste -le dice, entregándole lo otro que llevaba en su mano

-Voy al baño a lavarme y cambiarme, cuídala por mí -le d aun beso

-Oye no soy una niña pequeña a la que hay que vigilar

-Lo siento Abi pero la jefa ha dado claras órdenes -me dice y sonrío, me gusta verlos tan comprometidos el uno con el otro

-La abuela te mandó muchos besos, dice que mañana te traerá una deliciosa sopa para que te recuperes -me es imposible ocultar la sonrisa porque sin duda tengo una hermosa familia

-Martin

-¿Si?

-¿Por qué hay dos oficiales allá afuera?

-Es que estás bajo la protección de la policía -se pasa una mano por el pelo -Richard escapó y no lo han encontrado aún -Siento un nudo en el estomago ante la noticia

-¿Saben algo de Tania?

-¿Tania?

-Si ella estaba ahí conmigo, me ayudó a escapar es una de las tantas víctimas de ese hombre

-Al parecer también huyó con él

-No imposible, el la tiene que haber obligado, ella solo desea salir de sus garras

-La policía está esperando a que te recuperes para que des tu testificación, por ahora solo descansa, aquí no te sucederá nada

-¿Él no ha venido a verme?

-¿Quién?

-Sabes de quien hablo

-Creo que será mejor que Alexa te explique todo lo que sucedió

En ese instante la mencionada, sale del baño con otra ropa y al ver nuestras caras pregunta:

-¿Y esas caras?

-¿Qué tienes que contarme Alexa? -Ella mira a Martin

-Yo mejor las dejo para que conversen, voy a buscarte algo para que comas -Él sale por la puerta y mi amiga coloca una silla al lado de la cama, me toma la mano y luego me mira los ojos

-Kenneth fue el que le dijo a la policía dónde estabas

-¿Qué? ¿Cómo supo?

-Al parecer hizo u trato a cambio de esa información

-¿Un trato, con quién?

-Rebecca -Me quedo muda, no tengo ideas de cuantas cosas ha hecho este hombre por mí

-¿Qué trato?

-No lo sé bien, Abi, algo de que ella lo ayudaría a deshacerse de Richard a cambio de algo que ella quería

-El terminó conmigo porque ese bastardo lo amenazó, le dijo que lo mataría si seguíamos juntos -Una lágrima me recorre por la mejilla y ella me limpia

-Todo estará bien, vale, no estás sola, hasta que ese hombre sea capturado no me separaré de ti un momento

-Gracias, te amo sabes, eres la mejor amiga del mundo

-Yo también a ti, eres mi hermanita recuerdas

Asiento y ambas sonreímos porque finalmente estoy en casa, lejos de toda esta pesadilla, que aún no termina pero justo en este instante tengo un soplo de aire fresco, un respiro y algo de paz.

Lluvia de BesosWo Geschichten leben. Entdecke jetzt