Capítulo 54

7 3 0
                                    

Son las cuatro de la mañana y me despierto exaltada y sudorosa, puede que suene loco pero a partir de un sueño he podido llegar a una conclusión demasiado obvia pero que sin saber cómo no la capté en su momento. Justo como yo pensaba Kenneth se alejó de mi para salvar su vida, puede que no me contara la verdad, pero de haberlo hecho yo no hubiera entendido que ese estúpido se metiera en nuestra relación y teniendo en cuenta lo molesta seguramente hubiera tomado una decisión impulsiva que nos pusiera en riesgo a ambos.

Por otro lado, su pacto con Rebecca es prueba de lo mucho que le importo, si ese no fuera el caso no se molestaría debiéndole un favor al diablo, no sé que acordaron ellos. Pero lo que si se y siento con toda seguridad es que mi Kenneth, el hombre del queme enamoré, también me ama, al puto de hacer cosas bien locas y riesgosas por salvarme. Este hecho no solo me hace sentir afortunada por finalmente encontrar a un hombre que se sacrifica a este nivel por mí. A la vez estoy hecha pedazos porque no me perdonaría que algo malo le sucediera por mi culpa.

Necesito verlo y saber que se encuentra bien, que no le ocurre nada malo en lo que sea que haya acordado con Rebecca, es bien difícil mi situación porque me encuentro hospitalizada sin poder acudir a él, para comprobar con mis propios ojos que está entero.

Difícil mi situación, lo sé. Veo a un lado a mi amiga Alexa dormida en el sofá, soy tan dichosa por tenerla, nunca en mi vida alguien fuera de mi familia había hecho algo así por mí, supongo que ese es el punto que nos amamos como hermanas y sin duda yo haría exactamente lo mismo por ella. Trato de no hacer ruido para no despertarla, pero con cuidado tomo su teléfono que se encuentra sobre la mesita entre mi cama y el sofá y como conozco la contraseña voy directo a los mensajes en busca del chat con Kenneth.

Me quedo boquiabierta, cuando me percato de que durante todo el día él se ha encargado de escribirle mil mensajes para saber de mi condición. Recuerdo haber protestado hace un rato porque no me hacía caso y ahora entiendo a que se debía que miraba constantemente la pantalla de su celular.

Sonrió como tonta porque a pesar de todos los desastres que me rodean me relaja saber que al menos me ama, de algún modo une partes de mí que se encontraban separadas debido al vacío que se formó cuando me abandonó con la vaga explicación de que ya no me amaba, lo cual ahora sé es mentira.

Por unos minutos me cuestiono si es correcto escribirle, probablemente esté dormido a estas horas. Hemos estado separados tanto tiempo que siento la necesidad de contarle mil historias, comerlo a besos y atraparlo tan fuerte como para no dejarlo ir jamás. Sin duda estoy locamente enamorada de él, me gusta estarlo, saca una parte de mí que había olvidado, una mejor versión.

Luego de analizarlo y llegar a la misma conclusión decido dejarme llevar por mis deseos, estuve lo suficientemente cerca de la muerte como para tener claro que justo ahora no deseo otra cosa que correr por mis sueños y estar junto a ese perfecto novio que tenía es la prioridad en mi lista de tareas.

Alexa: Hola, soy Abigail ¿Cómo estás? -Los minutos pasan y el mensaje se queda en entregado, su última conexión fue hace tres horas, quisiera saber que hacía despierto hasta tan tarde, pero no soy quien para exigir explicaciones, siento celos sí justo ahora solo desearía poder estar a su lado. Estoy por dejar el móvil en la mesita cuando su "en línea" aparece en la pantalla, mi corazón se acelera como una quinceañera, cuando finalmente lo ve hay un silencio de dos minutos, sí los cuentos porque no solo se me hacen inmensos también interminables, aparece su escribiendo y debo tener las mejillas rojas porque un calor inusual recorre todo mi cuerpo.

Kenneth: Hola preciosa, yo estoy bien, ¿cómo te encuentras?, estaba muy preocupado por ti

Abigail: Un poco adolorida pero en unos días estaré como nueva

Kenneth: Quisiera poder verte en estos momentos, seguro estás toda tierna

con tu hermosa carita, nos diste un buen susto

Abigail: Tranquilo no pretendo ser secuestrada nunca más. Si deseas verme por qué no has venido

Kenneth: Estoy en Inglaterra en este momento, regreso pronto

Abigail: ¿Y eso, todo bien?

Kenneth: Tú y yo tenemos una conversación pendiente, cuentas que aclarar y en cuanto

regrese te buscaré para hacerlo

Abigail: Espero ansiosa ese momento -me quedo viendo la pantalla porque las palabras pesan, y hay silencios tan cómodos que en ocasiones hay que disfrutarlos, deseo verlo pero sé que nada es como antes, muchas cosas deben ser aclaradas, nos hicimos mucho daño en este tiempo y si algo tengo claro es que deseo escuchar esa explicación de por qué motivo me abandonó pero sobre todo me urge la explicación de esa noche con Rebecca las palabras se me repiten una y otra vez en mi mente y esa imagen donde quizás se dieron un beso es la clave para destilar mi veneno.

Kenneth: Te quiero, no lo olvides

Abigail: Yo también te quiero, cuídate mucho

Kenneth: No mejor hazlo tú que necesitas recuperarte rápidamente para salir de ese hospital

Cierro el chat y dejo el móvil en su sitio, no sé cómo pero el sueño ha vuelto a mi cuerpo y necesito descansar si deseo recuperarme completamente. Para volver a mi vida, a mi trabajo, con mi familia y seres queridos, necesito todo eso para olvidar esta trágica historia, necesito encontrar a Tania, a ella no la olvido, tengo muy presente todo lo que hizo por mí, la incertidumbre sobre su paradero es bien complicado, solo espero que donde quiera que ese encuentre esté bien.

Lluvia de BesosWhere stories live. Discover now