Capítulo 14.

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personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.

Abrió la puerta con algo de aburrimiento y en tanto puso un pie adentro de la sala fue a parar al suelo fuertemente, pues terminó tropezándose con un objeto.

—¡ay! —se quejó gokú cuando el piso le recibió fuertemente, alertando al resto que se acercaron.

—¡¿E-estás bien Gokú-san!? —una dulce voz preguntó, fue Asia la primera en agacharse y tratar de ayudarle a recomponerse, sin embargo alguien más apareció repentinamente y tomándole de su otra mano y le arrebató de los brazos de la monja.

—¿Estás bien cariño? —le preguntó la voz un tanto juguetona de kalawarner mientras le apretó entre sus pechos, sin embargo el acto duró poco, pues tuvo que separarse cuando Reynare le tomó de su otro brazo y le separó de la chica de cabello azul.

—¿qué es esa forma de andarte cayendo? —le cuestionó Reynare—. ¿Te sucede algo?.

—No me pasa nada! —replicó gokú un poco molesto—. Deberían ordenar un poco mejor estas cajas y no estarán estorbando.

—Lo lo sentimos gokú-san —Habló Asia—. es que la cocina es muy estrecha y no hay muchos lugares en dónde apilar las cosas —continuó explicando.

—Además ese es el trabajo de esta monja —comentó Reynare con fastidio, apuntando a la pelirrubia que no hizo más que exaltarse y sentirse mal.

—Ya no sigan con eso —interrumpió gokú—. Es verdad que las cosas de la sala y la cocina son muchas más, pero esa no es razón para dejarle todo el trabajo a Asia-chan —un poco disgustado por la actitud de las caídas continuó y luego se dirigió a la rubia que le miró con ojos brillosos y una sonrisa—. No debes preocuparte, ni les hagas caso, además no deberías esforzarte más que el resto —prosiguió y la ex-sirviente de dios asintió con nerviosismo.

—Pero... yo quiero ayudar a Gokú-san todo lo que pueda —Asia contestó y miró con detenimiento a gokú, gesto que él correspondió y por ende causó cierta molestia a las otras dos restantes.

—Ya basta, hay que seguir empacando las cosas! —exclamó Reynare empujando levemente a Asia.

—Por cierto, lograste encontrar lo que buscabas? —Reynare preguntó a gokú, quien rascó su cabeza pensando un poco la situación.

—He encontrado un nuevo departamento, es mucho más amplio y bonito que este sitio —Comentó el joven—, pero no pude encontrar un servicio de mudanza, así que debemos posponer todo para mañana —terminó de explicar, kalawarner arqueó una ceja y observó a Reynare, con ese gesto se supo que tal vez ya se tenían algo entre manos.


Confesiones - Capítulo 14.


—¡Vaya, este lugar es muy grande! —exclamó Reynare quien emocionada no evitó correr por el departamento observando todo lo que ofrecía.

—No cabe duda que tienes buenos gustos, creo que ya me podrás ofrecer el estilo de vida que me merezco Son-kun —Kalawarner comentó, quien de manera más calmada detallaba el sitio, asia también recorrió el lugar tímidamente admirando su nuevo hogar.

—¿te gusta Asia-chan? —El rubio preguntó y ella le miró mientras asentía un poco feliz y nerviosa.

—Lo estoy, pero de no ser por mí, ustedes no habrían tenido que dejar su antiguo hogar —Contestó Asia un tanto culpable, pero gokú se acercó a ella y tocó su hombro.

Mal de Amores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora