Capítulo 26

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Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.

Al igual que el día de ayer recorrió los oscuros pasillos que bañados por la lúgubre oscuridad de la noche, eran incluso tenebrosos. Continuó lentamente hasta que las puertas del club se levantaban frente a él.

Había llamado a casa ya para avisar que no regresaría y apagado su celular antes de escuchar los reclamos de las chicas. Dudaba de lo que más adelante le guardaba con la diablesa, pero más que tratar de ayudarle por lástima o porque empatizó con ella, lo tomaba como una oportunidad para pagarle los problemas que le causó con kokabiel y por la ayuda que le proporcionó después con las chicas, solo devolvería el favor y todo terminaría.

-Solo espero estar haciendo lo correcto... -pensó, después de todo tal vez esta sería la única oportunidad que tendría para que parte de su culpa fuese absuelta, aunque aún debía pensar en las consecuencias que esto podría traer.

Al final, Rias no evitó asombrarse cuando vio al joven de primer año frente a ella que lentamente se introdujo al interior del club, sus ojos brillaron y su corazón palpitó fuertemente por la presencia.

-He considerado tu situación -Gokú fue el primero en hablar. -Si no tengo que convertirme en un demonio y si esto no me causará problemas... -continuó hablando, si era así no tenía nada que perder, si en verdad tenía una oportunidad de ayudar a Rias sería mejor hacerlo que no hacerlo, después de todo solo él parece saber cómo se siente tener incrustada la idea de que el destino no puede cambiarse además de que su sentido común le decía que era lo correcto.

-En realidad es tal cual lo has dicho... -contestó Rias y dejando su asiento se acercó lentamente a Gokú y tomó su mano. -Te prometo que será así... -

Un sello mágico les transportó, Gokú esperó ir a un lugar extraño, donde recibiría las instrucciones de Rias y de donde uno más de sus trabajos comenzaría, sin embargo nada de lo que pasó por su mente ocurrió, pues para cuando se percató de sus alrededores, se llevó una pequeña sorpresa.

La luz de la luna que entraba por las ventanas se derramaba en todo el recinto, dejando ver todo lo que le rodeaba y pronto, después de detallar cada mueble y objeto supo que aquel debía ser el dormitorio de Rias gremory, tardó un poco en llegar a esa conclusión, pues el desorden del lugar era tal que poco podría analizar, tal vez había sido el resultado de desahogar su frustración una y otra vez.

Pero inexplicablemente, el estar en este lugar le despertó un mal presentimiento "¿qué es lo que sucede?" pensó un poco confuso.

-¿Díme Rias sempai qué es lo que debo hacer? -decidió a preguntar ante el extraño escenario y se giró para verla, sin embargo, lo que se encontró le dejó con los ojos abiertos y le paralizó.

Herramienta - Capítulo 26.

-¿qué debes hacer? -ella repitió su pregunta, mientras su falda golpeó el suelo cuando fue desabrochada y él no evitó embobarse por lo que sus orbes apreciaban, pues ella continuó apartando uno a uno los botones de su camisa y cuando pudo ver el negro sostén emerger de entre la abertura reaccionó.

-Ri-Rias sempai ¡¿qué es lo que haces?! -preguntó exaltado e inmediatamente desvió la mirada, era verdad que la luz no estaba encendida, pero la débil luminiscencia plateada que se colaba por entre las cortinas le bañaba para ser perfectamente apreciable a la vista. A pesar de su alterada voz ella no paró, al final, su camisa también fue a parar al suelo y sus dedos continuaron desabrochando el sostén que lentamente fue apartado, dejando ver la magnificencia de los pechos desnudos de aquella que era catalogada como una, si no es que la más hermosa de la academia.

Mal de Amores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora