Capítulo 112

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Personajes Utilizados en esta historia no me pertenecen, los créditos son para sus respectivos creadores.


La calidez nocturna pareció esfumarse después de la última declaración, pero en el rostro de Yasaka no había una expresión que le estuviese juzgando.

—por otro lado, tengo a mi lado al guerrero que peleó en contra de la brigada del caos, quien permitió la paz con las facciones bíblicas, y mi salvador... —continuó y esas declaraciones que ahora resultaban positivas arrebataron bastante de la atención del chico.

—Ya no tengo nada más que ocultar.—Dijo el Joven. —Siendo así ¿Qué es lo que hará Yasaka-san? —con esa pregunta, miró directamente a la mujer.

—Tengo una pequeña punzada en mi corazón... —Respondió Yasaka. —...Lo sentí esa noche, y volvió a aparecer cuando te vi combatir en nombre de esta comunidad, y está presente cuando te veo... —lentamente extendió sus manos y tomó gentilmente los dedos del joven que se sorprendió por el contacto, pero no separó nunca sus ojos de ella, ni ella de él. —Una razón, solo un pequeño indicio de que junto a ti, todo estará bien.—Los ojos de Gokú desprendieron un pequeño brillo, débil, plateado sobre lo más alto de esa retina que desde hace 10 años no ha cambiado, así fue para Yasaka, era él esa persona que siempre ha deseado rescatar de la oscuridad, un alma en pena que quién sabe que desgracias tuvo que vivir.

—mi poder y mi fuerza ya no le pertenecen a nadie.—Gokú respondió. —La reina de Kyoto puede hacer uso de ellos, estaré a su disposición. Si tengo que enfrentar a terroristas, monstruos, dioses, lo haré. —su declaración causó un pequeño rubor en las blancas mejillas de la doncella, y con su expresión la confianza se le fue transmitida a la mujer que acariciaba sus manos, portadora de un corazón que agitado delataba un sentimiento que hace mucho no ha sido avivado.

—¿Por qué harías eso?

—Porque gracias a usted puedo hacer feliz a la persona que amo, porque gracias a usted tengo el hogar que se me fue negado, y porque a pesar de todo, eres la única persona que no me ha visto con miedo en el peor momento de mi vida.

Para un Youkai, la corrupción del mundo es su más grande peligro, la locura acecha constantemente y el mal del mundo se esparce en sus cuerpos y mente como un veneno, pero en Gokú es tan distinto que pensar que era uno de ellos resultaba incluso irreal, no era solo por el hecho de que albergase tanto poder dentro de él, era su increíble capacidad de sobrellevar su tormento y continuar viendo adelante, eso sumado a sus palabras le hacía imposible no cautivarse.

—Creo que no me queda ninguna duda, debes ser tú.—Sin razón alguna soltó esa frase que acompañó con una linda sonrisa, fue lo suficientemente extraño para desconcertar al joven.

—¿Qué quiere decir? —indagó un poco confuso, pero la respuesta pudo ser aún más intrigante, pues se le fue sorprendido con un beso repentino que ella le entregó.

Por la impresión se le fue imposible no moverse, pero tampoco es que el gesto haya durado bastante, pronto ella se separó acompañada de un tinte leve que se esparcía por sus mejillas, Gokú aún perplejo no pudo hacer más que mirar esa sonrisa que se le era dedicada. —Hasta luego Gokú-san.—Susurró antes de comenzar a alejarse sin decir más.

—¿Qué fue todo eso? —


Nuestro Futuro - Capítulo 112.


—Muchas gracias a todas por aceptar esta reunión, este club del ocultismo es bastante acogedor. —Dijo la mujer Kyubi y con una sonrisa presente miró a todo el conjunto de mujeres que se encontraban frente a ella, Rey y Reina, el par de caídas, la valkiria y Kuroka.

Mal de Amores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora