Capítulo 32

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Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.


¿Por qué esta sensación era tan abrumadora? ¿por qué sentía tal presión desprenderse de esa mirada de odio? ¿qué era realmente Gokú?, nadie lo sabe porque nadie puede ver más allá de lo que hasta ahora se ha demostrado. Sirzechs había venido por eso, determinación y seguridad en el amado de Rias, pero esto estaba en otro nivel.

Gokú aún podía verse como alguien de orígenes humildes a ojos de los demonios, pero ese término no era exactamente lo que anunciaba al entregarle el objeto como muestra de Honor, no era algo que cualquiera haría, ni tampoco se ha visto en estos tiempos ya.

—Raiser es un demonio difícil de derrotar, seguramente no le bastará con humillarte —informó Sirzechs y gokú se mantuvo silencioso, pues pudo sentir la Angustia de Rias cuando ella sujetó su mano, anunciando que confiaba plenamente en él.

—Y a mí no me bastará con derrotarlo —aclaró fríamente, solo en entonces el Rey Demonio comprendió la realidad de las cosas. ¿Tendría algún derecho de oponerse? la realidad era que no, Rias no parecía importarle nada que no fuese Gokú, el cómo actuaría no parecía ser un problema.

—Bien, supongo que eso es todo... —Habló Sirzechs y acompañado de Grayfia se puso de pie. —Me alegró conocerte, eres un chico extraño, pero veo que haces feliz a Rias, te agradezco por apoyarla —habló y el Rey demonio se inclinó un poco.

—El gusto a sido mío, De ninguna manera podría dejar a Rias-chan en esto —explicó y se inclinó un poco. 

—Bien, El evento tendrá lugar en el inframundo, Parece que Raiser se ha empeñado en que sea algo más distinto a lo esperado, está muy confiado —comentó el rey demonio, información que causó molestia en su hermana.

—Como si se pudiera esperar algo más de ese patán —cruzándose de brazos exclamó.

—Bueno, en todo caso eres libre de llevar a tu realeza, No olviden que la victoria significa asegurar su futuro —ante las palabras del rey demonio asintieron y pronto la pareja desapareció del club del ocultismo, dejando a Gokú y Rias solos otra vez.

El silencio que precedió la ausencia de sirzechs y Grayfia fue incómodo, Lo único presente era que ambos continuaban tomados de sus manos.

—Tu-tu hermano parece una persona amable —comentó Gokú y Rias asintió. 

—Estuviste genial, No era necesario entregarle tu arma, pudiste haberlo usado contra Raiser —comentó ella y Gokú rascó su cabeza.

—Bueno, parece que desconfía mucho de mí, pero con eso estará completamente seguro —respondió gokú dejando confusa a la pelirroja.

—¿Seguro de qué? —preguntó no entendiendo a lo que se refería.

—De que definitivamente ganaré para Rias, de lo contrario, moriré —explicó, no evitando causar un sonrojo en la mujer, pues transmitió toda su determinación con ese gesto y palabras. —Hay algo más que quiero hablar contigo... —Dijo el chico y desvió la mirada.

—¿De qué se trata? —indagó Rias.

—Yo... yo estoy dispuesto a casarme contigo, si así tengo que hacerlo —aclaró. —Es mi culpa haberte incitado a decir la verdad y pueda que no sea el indicado para esto, así que... —continuó diciendo, pero Rias lentamente le acercó a ella y después de sentarse nuevamente en el sofá, le apegó a su pecho con gentileza.

—Está bien... —ella susurró y aprisionó al chico. —Eres mi chico y serás mi chico —aclaró y gokú no evitó sentirse cómodo en esa posición.

Mal de Amores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora