Mal de Amores.

Capítulo 100.

Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, los créditos son para sus respetivos creadores.

—Bien, con esto el traslado de Longinius debería concluir, eso antes de que elija a un nuevo portador. —Michael afirmó y con un sello mágico atrapó la lanza que se le fue entregada.

al fin, el tan esperado día de la reunión había llegado, y tanto las autoridades del cielo como de Grigori hicieron presencia, para Gokú no había sido precisamente un gusto, no después de que perdiera parte de su día libre firmando documentos y siendo testigo de esta reunión que suponía una pérdida de tiempo.

—Me alegra que todo esto haya terminado.—El rubio suspiró, era bien sabido que involucrarse en estos asuntos era algo que no le terminaba de agradar, pero al fin el asunto de Cao Cao quedaría atrás y así mismo el reciente atentado de la brigada del caos.

—Kyoto es una ciudad muy linda no lo crees? —aquella voz interrumpió sus pensamientos y sonrió inmediatamente, porque si algo bueno le había traído todo esto, es que tenía a su lado a la bella valkiria que ahora forma parte de su vida. —Después de esto aún tenemos tiempo libre, si te parece bien podríamos pasar algo de tiempo juntos. —Ross propuso y se apegó a él tomando su gancho un poco coqueta y gokú estuvo de acuerdo, el fin de semana tanto Rias como su realeza estaban tremendamente ocupados y lo mismo aplicaba ara las integrantes de Grigori. —Irina-san también podría venir y aprovechar su tiempo libre. —la valkiria continuó proponiendo, en lo personal le agradaría que solo tuviese tiempo para ella y su novio, pero ya tenía clara su posición y además realmente apreciaba al ángel y al apoyo que ella le ofreció. El joven estuvo de acuerdo y además, con esa sugerencia vino un importante recordatorio.

—Irina-san... —él susurró y en la lejanía junto al imponente ángel observó a quien era su amada, hoy era un día importante para ambos, este era un paso muy grande el cual darían en su relación y por ello no evitaba sentirse nervioso.

—Vaya, veo que las cosas han mejorado. —Azazel habló acercándose y rascando su barbilla mientras observaba detenidamente a la pareja que le prestó atención al repentino comentario. —Pensé que tardarían más en arreglar sus problemas, pero veo que no pierdes el tiempo ¿verdad Son-kun? —con un tono burlón causó que la vergüenza en el joven despertase.

—Cállate, eso a ti no te incumbe. —Gokú respondió. —además vete, la reunión acabó y no soporto ver tu maldita cara.—aclaró con aquel desprecio que solo tiene reservado para el líder de los caídos.

—está bien está bien, dejaré de meterme en sus asuntos de pareja.—Azazel habló con un tono risueño y con un sello mágico su figura comenzó a desvanecerse. —Ya nos veremos después... —se despidió.

—Azazel-sama tiene un sentido del humor bastante directo.—Ross resaltó con una risita y Gokú solo infló sus mejillas.

—Es fastidioso.—discutió y luego sintió a alguien halar de su ropa y la pareja se volvió para saber de quién podría tratarse.

—Bu-buenos días... —la voz de la niña se escuchó un tanto tímida, pero animada y feliz.

—Kunou-san, buenos días.—el contestó con una sonrisa. —No sabía que también estabas aquí.

—Bueno, estoy acompañando a alguien...—explicó y la persona de quien se hacía mención caminó a su lado.

—Veo que ya puedes ocultar tus rasgos como Youkai, me alegra saber que te estás adaptando.—la voz comentó, y la atención del varón se dirigió hacia la más bella que gobierna los territorios de Kyoto.

—En realidad no, Akeno-san es quien utiliza su magia conmigo, ni siquiera tengo reservas mágicas como los demás.—él explicó, inclinándose ante Yasaka. —pero es bueno saber de dónde vengo, al menos no tengo que martirizarme todos los días por una respuesta.—Aclaró rascando su nuca.