Capítulo 13. ¿Qué haces aquí?

400 39 65
                                    

Narra Meg

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra Meg.

-Hola... mi amor -habló.

No podía creerlo, no pensé que estaría aquí, por lo que veo Tom tampoco, y saber que acaba de darle un beso y hubo cierta probabilidad de que las puertas se abran antes y todo se vaya a la mierda.

Se acercó hasta donde estábamos nosotros y lo abrazó ¿Qué hacia Zawe aquí? No se que tipo de problemas tengan, pero, me moría de celos.

-Te extrañé tanto -tomó entre sus manos su rostro y lo besó

Aclaré mi garganta para que me prestaran atención.

-Bueno Tom, nos vemos el lunes en el estudio -hablé y me retiré a mi habitación.

Esto se sentía demasiado raro, verlo a el con Zawe cuando venia conmigo, mis manos sudaban de los nervios que me dieron. Y mi respiración ni se diga.

Torpemente abrí la puerta y entré, me serví un vaso con agua, me sentía un poco mareada, hace tiempos no me sentía así, sabía cual era la causa, aunque solo me había pasado con una vez con Christopher.

Flashback.

Tenia una cita con Chris, me llevaría al cine, estábamos iniciando nuestra relación y todo era maravilloso, era como un cuento de fantasía, él había quedado en recogerme en mi casa y así fue, llegó y me avisó que ya estaba afuera de mi casa.

Le dije a mi mamá que ya me iba y se despidió de mí. Subí a su auto y me acerqué a dejar un beso. Me encantaba su manera de vestir, su manera de hablar y los tatuajes que tenía. Estaba muy ilusionada con él.

Dijo que había olvidado su billetera en la casa y que primero iríamos ahí, entramos juntos y era una casa muy bonita, acogedora, estaba observando todo, los adornos, las fotos y de repente sentí como me tomaba de la cintura con un poco de fuerza y dejaba varios besos en mi cuello, no me esperaba eso así que giré a verlo y con rapidez se apoderó de mis labios.

Sus manos estaban en mis glúteos y los presionaba con desesperación, se deshizo de mi chaqueta y yo la de él.

Todo empezó a tener más intensidad y Chris me guiaba hasta su habitación, de a poco se deshizo de mi blusa, quedando así solo en sostén y no lo voy a negar, yo también quería que pase eso.

Todo fue demasiado rápido, el se encontraba sobre mi y su vaivén, había mordido uno de mis senos demasiado fuerte que grité de dolor, pero el seguía haciéndolo. Me tomó del cuello, era excitante, pero me dio cierto miedo.

Después de terminar todo nos quedamos acostados por un largo tiempo, hasta que decidimos salir, pero antes de eso, Chris me dio una pastilla, sabia lo que era, pero era la primera vez que la tomaba.

Horas después había regresado a mi casa y todo me daba vueltas, tenia ganas de vomitar, y me sentía muy cansada.

No la volví a tomar hasta hoy, y uno que otros síntomas se hicieron presentes pero un poco más leves.

Estar contigo... Me da vida. (Tom Hiddleston)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora