Capítulo 25. La noche.

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Narra Tom

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Narra Tom

Cerré mis ojos con la intención de dormir, se podría decir que hoy lo tengo todo, hoy puedo disfrutar de ella y de nuestro espectacular momento. Minutos después me había sumido en un sueño realmente profundo.

Quien diría que uno puede llegar a sentir tanto en tan poco tiempo, todo esto es inexplicable.

Narra Gaby

Después de haber sido la ultima en salir del estudio regresé a mi casa, no tenia idea que ponerme para la cena de hoy, busqué en mi armario y encontré algunos vestidos, ahora venia la parte compleja, escoger uno de ellos.

Me decidí por un vestido negro que tenia una pequeña abertura en la pierna, lo escogí mas por comodidad que por el diseño de este, no quería parecer que iba a un velorio así que lo combiné con unos tacones rojos.

Tomé una ducha rápida y salí para alistarme, cepillé mi cabello y lo sequé, me maquillé un poco, coloqué labial rojo en mis labios y busqué un abrigo del mismo color. Puse un poco de perfume en mi cuello y algunos accesorios extra.

Eran las seis y cincuenta y nueve cuando escuche que mi celular sonaba, era Peter quien llamaba.

Llamada entrante.

-Buenas noches, Gaby, ya estoy aquí -habló.

-Buenas noches, Peter, estoy ahí en un momento

-Ya nos vemos hermosa. -colgó la llamada.

Tomé todas mis cosas y salí de casa cerrando la puerta con seguro, él me estaba esperando afuera en su auto. Me encanta su manera de vestir, elegante pero relajado.

Caminé hasta donde el estaba y lo saludé con un beso en la mejilla, la fragancia de su colonia invadió mi nariz, era ligera, no la clásica loción de hombre que llega a causar mareo, esta era diferente, fresca.

Abrió la puerta del auto para que yo pudiera entrar y eso fue lo que hice. La cerró, giró hasta llegar a su puerta y entró.

- ¿Nos vamos? -preguntó mirándome fijamente que me puse nerviosa.

-Vamos -respondí, encendió el auto y comenzó a andar.

Empezamos a conversar y reír con alguna de sus ocurrencias, el ambiente era cómodo, el era muy educado y amable.

Minutos después habíamos llegado a un restaurante un tanto elegante. Estacionó el auto, abrió mi puerta e hizo que saliera.

Caminamos a la entrada y en la puerta preguntaron si teníamos reservación, Peter dijo que sí y de inmediato nos dejaron pasar, llegamos a nuestra mesa y tomamos asiento, nuestra conversación seguía, creo que los temas de conversación no se terminarían.

El mesero llegó con el menú, había miles de platillos que se podían pedir.

-Gaby, pide lo que tu quieras.

Estar contigo... Me da vida. (Tom Hiddleston)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon