Capítulo 38. Gotas de amor.

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''Ooh, ooh, ooh, ooh
Got all this time on my hands
Might as well cancel our plans, yeah
I could stay here for a lifetime

So lock the door
And throw out the key
Can't fight this no more
It's just you and me
And there's nothing I, nothing I, I can do
I'm stuck with you, stuck with you, stuck with you

So go ahead and drive me insane
Baby, run your mouth
I still wouldn't change being stuck with you
Stuck with you, stuck with you
I'm stuck with you, stuck with you, stuck with you, baby''

Stuck with U -Ariana Grande & Justin Bieber.

Narra Meg

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Narra Meg.

Me acurruqué en su pecho y el acariciaba mi cabello, no fueron necesarios más de cinco minutos para que yo quedara totalmente dormida.

Narra Tom

Meg se quedó totalmente dormida, yo por mi parte no lograba conciliar el sueño, así que le levanté a tomar agua, llegué hasta la mini cocina y del pequeño refrigerador tomé una botella de agua.

Me senté en el sofá, desde ahí se podía ver directo a la habitación, y ahí estaba ella, sumida en un sueño muy profundo, miles de cosas llegaron a mi cabeza, en especial la felicidad que me da. Solté un leve suspiro y fui en busca de una hoja y un bolígrafo.

Me senté en la silla del mesón y empecé a escribir, hace mucho tiempo no redacto alguna carta, y si mal no recuerdo, la ultima vez que lo hice fue mi último año de colegio. Estaba locamente enamorado de una de mis compañeras, jamás se concretó nada entre los dos, y hasta ahí había llegado todo.

Jamás recibí respuesta a mi carta, así que me había jurado a mi mismo jamás volver a hacerlo, pero ahora, he roto ese juramento. Ya había confesado mi amor por ella, si responde o no la carta es lo de menos, pero me gustaría mucho que quede plasmada en una hoja de papel como me siento.

Una hora después, regresé a la cama y era momento de dormir. Abracé a Meg junto a mí, y bastaron un par de segundos para que me quedara dormido totalmente.

Narra Meg

A la mañana siguiente desperté ya que la alarma del celular de Tom había sonado, había dormido muy cómodamente abrazada a Tom. Me acerqué a besarlo, no quería levantarme, sin embargo, Tommy dijo que saldría a correr.

- ¿Me acompañas a correr? -preguntó.

-No me gusta correr... pero acepto -respondí tapando mi cara con la almohada.

Me levanté, y fue cuando me di cuenta de que no tenía ropa para hacer ejercicio.

-Que pena mi amor... no tengo ropa para hacer ejercicio -hablé con ligera ironía.

-Pero felizmente tengo la solución -habló con una amplia sonrisa en su rostro.

De sus cajones sacó una camiseta sin mangas, y por desgracia había traído unos leggins en mi mochila.

Estar contigo... Me da vida. (Tom Hiddleston)Where stories live. Discover now