Capítulo 54. Aún no.

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Narra Meg

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Narra Meg.

Llegué al departamento, sentí como un ligero liquido se expandía en mi ropa interior, no sé si lo invoqué o qué, pero era lo que esperaba, solo que esta vez era más ligero y de un tono más claro.

El día terminó, fui a cenar con Ale y regresé ponto ya que no me sentía del todo bien, a la mañana siguiente desperté y tenía unos cólicos horribles, me dolía la cabeza y la espalda baja.

Tomé una ducha rápida, me vestí, cepillé mi cabello y me maquillé un poco, en la hora del desayuno me encontré con todos y minutos después estaba saliendo junto a Ale en dirección al estudio.

Saludé con todos y las dos llegamos a nuestro espacio de trabajo, el día pasó de lo más normal, aunque Ale se fue a almorzar con Jesse y yo me quedé con Gaby.

En la tarde arreglé algunas palabras que no tenían sentido en la canción, tomé la guitarra y hace años no entonaba nada, no se como todo lo que sabia regresó a mi mente y por suerte logré arreglar eso.

Así terminó el día y regresé sola al hotel ya que Ale fue con Jesse, no entré al estacionamiento y me quedé afuera, saqué mi celular y marqué su numero rápidamente.

Llamada a Tommy<3

-Hola mi señorita preciosa -habló muy feliz.

-Hola mi amor... ¿Cómo estás? -dije

-Extrañándote todo el tiempo - respondió.

-Los días pasan rápido, ya se terminó lunes

-Quiero estar ahí, acurrucado en tu pecho

-Me encantaría que si -respondí un poco triste.

Hablamos por un poco más de tiempo, me contó cómo le había ido el día de hoy y que nomas había hecho, y el gustosamente, me contó con lujo de detalle todo.

- ¿Ya hablaste con ella?

-Aún no

- ¿Acaso estas esperando algo? -hablé un poco molesta

-A que ella llegué, se llevo mi auto y supongo que regresó a grabar

- ¿Intentaste llamarla?

-Cada llamada la envía al buzón.

En realidad, si estaba un poco molesta, se suponía que ya hablaría, sin embargo, me tranquilicé, las cosas no deben ser forzadas y ya llegará el momento exacto en cual pueda el hablar.

Habíamos terminado la llamada, él debía ir a dormir y mañana levantarse temprano como cada día.

Las gotas que caían en el parabrisas indicaban que llovería, no quería entrar al hotel, no tenia nada que hacer, así que mejor conduje hasta el puente de Brooklyn, despejé mi mente y mis ideas, este lugar era demasiado bonito, la lluvia había su presencia con más intensidad y aquel maravilloso sonido me relajaba.

Estar contigo... Me da vida. (Tom Hiddleston)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ