Capítulo 60. No puedes dejarme.

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''Te encontré de madrugada
Cuando menos lo esperaba
Cuando no buscaba nada te encontré
Pregunté con la mirada
Tu sonrisa me invitaba
¿Para qué tantas palabras? ¿Para qué?

Y yo que me pasaba noches, días
Entre amores de mentiras, entre besos de papel
Y yo que no creía en cuentos de hadas
Ni en princesas encantadas, no me pude defender

Y eres tú, solo tú, la que me lleva a la luna
La que calma mi locura, la que me quema la piel

Y eres tú, siempre tú, ángel de la madrugada
El tatuaje de mi alma, para siempre te encontré''

Ángel -Elefante.

Narra Tom

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Narra Tom.

Esperamos un par de minutos, eran las nueve y media, en treinta minutos saldría el vuelo, la voz que indicaba que era hora de abordar se escuchó en los parlantes del aeropuerto, me despedí de él y le entregué las llaves del auto, subí al avión, busqué mi asiento y yo temblaba. Me estaba llamando Ale, dijo que la habían encontrado.

Narra Ale.

Al fin llegamos, entré rápidamente a sala de urgencias y ahí estaba Gaby junto a Peter, tenía yo el maquillaje todo corrido y Gaby me abrazaba.

-La tienen en el quirófano.

- ¿Qué le sucedió? -lloraba sin control.

-Del fuerte impacto quedó inconsciente, y también se fisuró parte de la cabeza.

-Quiero verla.

-Debemos esperar al que el doctor venga... le van a hacer un par de exámenes para descartar alguna otra lesión interna.

-Me desespero Gaby... no debí dejarla sola -Jesse sobaba mi espalda en búsqueda de que me tranquilizara.

Narra Tom

El avión había por fin despegado, necesitaba que el tiempo pase rápido, lo más posible. Estaba impaciente, no podía ser posible, mi Meg, moría de iras conmigo mismo por haberla dejado.

Saqué mi celular y ahí tenía un par de fotos de mi señorita, mis ojos se inundaban al saber que había la posibilidad de no poder volverla a abrazar.

Respiré profundamente, saqué mi libro y mejor empecé a leer, para que las horas pasaran rápido, pero era imposible tener la total concentración. Releía los párrafos y no lograba entender nada.

Mi mente recordaba con gran claridad el día que nos conocimos, la manera en la manera en la que me perdí en sus preciosos ojos, el tono de su voz, el sonido de su risa, lo recordaba absolutamente todo.

-No puedes dejarme -dije en un tono que solo yo podía escuchar y una lagrima caía por mi mejilla.

Narra Ale.

Estar contigo... Me da vida. (Tom Hiddleston)Where stories live. Discover now