(COMPLETA)
Jamás imaginé que tu llegarías a mi vida, quien diría que el amor se puede trasformar, que las experiencias vividas se pueden borrar, con un solo beso, así sin pensarlo, recordar el cómo te conocí resultó ser uno de los mejores momentos d...
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Narra Tom.
Estaba en mi asiento, mirando por la venta como se veía el cielo, como traspasábamos las nubes.
Nueve horas y veinte seis minutos el avión aterrizó, el viaje lo sentí muy pesado pero rápido. Todos los pasajeros bajamos con las medidas de seguridad que ya se ponían en marcha, y directo nos llevaron a un hotel, donde pasaríamos dos semanas aislados.
Eran casi las cinco y veinte de la tarde, llamé a mi mamá y le dije que ya había llegado, dijo que me cuidara mucho y que pronto nos veríamos.
Ese miércoles once de marzo, declararon pandemia mundial, en lugar en donde estaba era muy cómodo, el clima era perfecto y por la ventana entraba un radiante sol.
Ahora entiendo por qué está bien aquí, se siente esa paz y tranquilidad.
El hotel nos dio a cada huésped un kit de mascarillas y gel antiséptico.
Revisé mi correo electrónico por si acaso había alguna respuesta de Meg, y no, no vi ni uno solo.
En el hotel que estaba nos pasaban la comida por una ventanilla que había, el primer día hasta acoplarme al horario y clima, dejé la comida en una mesita, pero más era mi sueño que me quedé rápidamente dormido.
Desperté gracias aún a llamada, era mi hermana Sarah.
Llamada.
-Hola niña Sarah.-hablé al instante.
- ¿Cómo que no vienes a casa? -dijo de inmediato.
-Estoy muy bien hermana y tu -trataba de no reírme.
- ¿En serio decidir ir a Hawái?
-Claro que sí, no quiero estar lejos de Meg.
-Yo lo sé, pero estas en un lugar que no conoces.
-Saliendo de la rutina, es un lugar muy bonito, ahora entiendo por qué Meg se siente bien.
-Prométeme que te vas a cuidar mucho.
-Lo haré.
- ¿Nos vas a llamar?
-Cada vez que pueda.
-Prométeme que, si regresas, regresas con Meg.
-Lo prometo
-Y ni se te ocurra no reconquistarla.
-Sería muy tonto como para no hacerlo. No pienso dejarla ir.