(COMPLETA)
Jamás imaginé que tu llegarías a mi vida, quien diría que el amor se puede trasformar, que las experiencias vividas se pueden borrar, con un solo beso, así sin pensarlo, recordar el cómo te conocí resultó ser uno de los mejores momentos d...
When will I see you again? You left with no goodbye, not a single word was said No final kiss to seal any sins I had no idea of the state we were in
I know I have a fickle heart and a bitterness And a wandering eye, and a heaviness in my head
But don't you remember? Don't you remember? The reason you loved me before Baby, please remember me once more
Don't you remember – Adele.
Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.
Narra Meg.
¿De verdad Meg quieres dejarlo así? Me preguntaba, hablar sería la solución.
Narra Tom
Después de aquella llamada, Edna se puso de pie y me pidió que le disculpara el dejarme solo, la verdad no tenía ni la más mínima idea de a donde iría.
-Te acompaño
-No Tom, puede ser arriesgado
- ¿Arriesgado? -me sentía confundido.
-Luego te explico todo, quédate aquí sí.
No dijo nada más y salió del restaurante, me quedé pensando en que pudo saber algo de Meg. Eran las siete de la noche, y me quedé ahí, después de haber comido.
Narra Edna.
Llegué en menos de diez minutos al hotel, Alejandro y el equipo salió del auto y subimos directamente a donde sabíamos que estaba, subimos con tranquilidad y al abrirse las puertas del ascensor la vimos ahí, en aquel pasillo, frente a la puerta de Tom.
Nos dio una mirada rápida y dio un paso al frente, acercándose más a la puerta.
-Jessica Davis
-Si -respondió mirándome fijamente.
-Queda usted bajo custodia, por la presenta desaparición de Meghan Sallow, acompáñenos por favor.
-Pero yo no tengo nada que ver con eso -dijo alterada.
-Eso lo sabremos después
-No pueden llévame sin una orden -respondió molesta
-Aquí está la orden -dije con un poco de sarcasmo
-Señorita por favor, necesitamos de su colaboración -dijo Alejandro acercándose.
Comenzó a caminar y ese silencio incomodo se esparcía por el ambiente. Le sacaríamos la verdad, cueste lo que cueste, subió al auto y la llevamos a un espacio fuera de donde estaban todos los equipos de investigación.
Una sala gris, fría, con una mesa de metal al igual que sus sillas. La dejamos ahí esposada, tras del cristal la veíamos, estaba nerviosa, su lenguaje corporal la delataba.
