CAPÍTULO 2

14.5K 755 62
                                    

ALAIA

Termino de prepararme y observo mi habitación. Dios mío, aun no puedo olvidar lo que vi. El hombre que vi en mi sueño erotico era enorme, fuerte y dominante.

Pero lo que mas me hizo asombrarme eras sus ojos azules. Estaban ellos de enojo, odio y rencor.

Suspiro y niego. Lo más loco de los sueño es que son eso; solamente alucinaciones de nuestra imaginación loca ¿Verdad?

«Solo es un sueño»

Salgo de mi habitación y bajo las pequeñas escaleras que me hacen llegar a mi sala.

Escucho moverse cosas en la cocina, así que entro en ella, para encontrarme con un Andrew escribiendo en su móvil mientras bebe una cerveza tranquilo.

—En quince minutos viene el auto —le informo cuando llego hasta el y pido un taxi por línea.

—Bien. 

Se limita a decir y se gira para seguir tecleando en su móvil.

—¿Pasa algo Andrew? —no debería de preguntar, pero es muy extraño verlo callado y apartado.

—No pasa nada —guarda su móvil y se gira para volver a verme. —¿Iras así a la fiesta? 

Veo algo de molestia en la expresión de su cara.

Su pregunta de la nada me jode y mis ojos casi se salen de mi cara al ver su pequeña molestia, pero también... ¿Miedo?

—¿Disculpa?

No escondo el desagrado en mi, al escuchar su pregunta.

—¿Solo pregunto si iras así o no has termino de vestirte?

Bufo al escuchar su aclaración de mierda a su pregunta de mierda.

—Te molesta.

Acusó y me encamino hasta mi desayunador donde comienzo a ponerme mis tacones negros.

Decidí cambiarme con un vestido rojo ajustado a mi cintura, hasta arriba de mis rodillas, con tacones altos de diez centímetros, claro porque me gusta verme más alta. 

Llevo un maquillaje elegante pero provocativo y un labial rojo carmesí para asombrar. Se que no soy precisamente una súper modelo, pero sé que soy hermosa y que  siempre me empeño en sobresalir donde me encuentre.

—No, simplemente preguntaba —se encoge de hombros mientras se termina la cerveza con algo de rapidez. —En caso que usaras un chaqueta o un abrigo, que sé que tienes muchos en tu armario.

—Un momento.

Me pongo de pie.

¿Que carajos?

—Primero vienes a mi departamento sin mi permiso —me acerco a él —, luego me pides acompañarme a mis lugares íntimos y después me comentas mi ropa.

Andrew traga saliva y me mira ahora un poco mas molesto. Es raro que este asi.

—No me jodas, no exageres las cosas.

MI NECESIDAD OSCURA [EN EDICIÓN]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora