MI NECESIDAD OSCURA [EN EDICIÓN]

EXTRA EN HONOR A MIS LECTORAS

Extra de Nacimiento de las gemelas

En un universo alterno...

Dominic

—Deberíamos llamar a mi mamá —digo mientras veo en la laptop como hay complicaciones en él labor de parto y si son dos, es jodidamente peligroso —, tal vez que se quede a vivir por mientras empieza el momento.

Michell rueda los ojos mientras me observa sobre el desayunador donde come cereal con chocolate líquido HERSHEY'S en la leche y en una cuchara gigante a su lado mientras sostiene su razón en el enorme vientre de embarazada de ochos meses.

—Falta un mes para eso Dominic —se queja.

Corto con rapidez la zanahoria que tengo en la tabla de picar. El agua caliente de la sopa que tengo en el fuego burbujea.

Ruedo los ojos.

Arrojo la zanahoria al agua caliente, las papas hibernen también. El pollo se blanquea al estar en su punto y los condimentos se cocinan con un delicioso aroma.

—No me importa si falta un mes, cuatro meses o tres días —asevero molesto por su tranquilidad sabiendo que está cerca de tener a nuestros bebés —, quiero que Olivia esté aquí y es más, ahora mismo la llamaré. No estaré tranquilo sabiendo que este en peligro mi esposa y mis hijos.

Ella bufa y come más de su cereal embarrado de chocolate.

—Dramático —se burla.

—Siri, llama a Olivia —le grito a mi iPhone y ella ríe bajo.

—Llamando a Olivia —responde la máquina.

Mezclo la sopa y me limpio la mano con una toalla de cocina. Mi delantal que dice Chef sexi es un regalo de mi esposa que se mantiene entretenida en su cereal.

—¿Ahora que sucede, Dominic? —escucho la voz cansada de mi madre y gruño —. Es la quinta vez que me llamas hoy. Te dije que no tiene nada de malo que ella recoja algo del suelo y se queje. ¡No le van a salir disparados los niños de la barriga!

Exclama lo último con frustración y me quejo.

—Ella se quejó... —gruño.

—Tiene dos niños en la barriga es obvio que se queje al agacharse.

Responde cansada y giro los ojos.

—A eso no venía la llamada —zanjó molesto —. Mi cuarto de huéspedes está intacto y listo. Prepara tu equipo para estar aquí en cuatro horas, así llevarás el control de Michell...

—Espera, espera —me interrumpe mi madre y escucho la carcajeada de risa de mi esposa cuando me tenso —, ¿Me estas ordenando que me quede en tu casa para llevar el control de Michell, cuando le falta un mes para entrar en labor?

Asiento, aunque no me veo. Apago el fuego.

—Ni siquiera saber pedir las cosas, solo las exiges —se queja. Se lo que viene, negación —. No lo haré, tengo una vida con tu padre y tu padre.

Lo sabía.

—Te espero a las seis de la noche.

Escucho un grito frustrado suyo y cuelgo.

—Como dije dramático —me encojo de hombros me da igual.

Sirvo la sopa y la enfrío soplándole con mi boca para acercarme al desayunador y ponerme el banco siguiente al de ella.

—Vengan mis bebés, esta deliciosa —le hablo a su vientre y luego centro mis ojos en ella para tomar la primera cucharada de sopa que ella niega con fuerza —. Vamos mi princesa, tienes que comer algo saludable.