Capitulo 15

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Señorita Parker...

Michell

La idea de creer que la servidumbre no reciba ni gracias ni mucho menos, otras atenciones por parte del jefe que no fuesen ordenes o cualquier otra exigencia, aunque siendo Dominic casi no me impresiona. La verdad es que esa señora me recuerda mucho a mi mama era así cuidadosa y le encantaba los vestidos negros merece respeto por ser una persona madura, pero me imagino que Dominic no le cabe en su cabeza con tanto ego, soberbia y altivez.

—Señorita Parker—vuelve a llamarme Alice y asiento dándole permiso para que continúe—, debería almorzar. Son más de las doce de la tarde y no quiero que se enferme.

—Gracias Alice, deseo ir a la cocina—pido y ella cabizbaja asiente. Camino delante de ella escuchando su indicación con voz baja. Llego con ella a la enorme cocina que tiene este castillo.

—Alice, deseo cocinar algo.

—Lo siento Señorita... —niega con la cabeza.

—Michell—. Interrumpo y ella niega de nuevo señalándome la entrada enorme color gris hasta donde logro llegar. Mis ganas de cocinar y de hacer un pollo al horno, para poder hablar con Dominic y que me diera visto bueno para unas cosas, aprovechando del buen humor que se levantó hoy, ya que no sucede todos los días claro está.

—Buenas...— le digo un susurro a la servidumbre que están cocinando, no notan mi presencia y mi esperanza de cocinar se esfuman. Mi idea de persuadir a mi secuestrador y convencerlo que me diera una pequeña oportunidad se van al gran cañón al verlas cocinar rápidamente ordenando muchos platos en bandejas de plata.

—Alice, creo que puedo cocinar verdad—no es una pregunta era un hecho al ver a todas de un lado a otro sin dejar que me acerque mucho a ellas.

—Todo aquí ya estrictamente arreglado para el Señor Volkova—me informa y asiento.

—¿Observaste al hombre que estaba cerca del Lago? —pregunto con curiosidad, aunque comprendo que la servidumbre de Dominic es muy leal.

—Señorita... —le insisto con la mano para que no se detenga ya que Alice es muy nerviosa, mientras yo me siento en un banquillo que está al lado de la isla y ella niega preocupada suspirando fuerte—, es un trabajador de seguridad, como sabrá el Señor se toma muy en serio su equipo de vigilancia.

—Comprendo —dije analizando todos los que podía ver la ventana, pero no estaba el hombre que me encontré en el lago—, él es algo diferente tiene algo...no se

—Tranquila señorita, todos están bajo la autoridad del señor Volkova y el justamente lleva años aquí—me informa y asiento. Creo que soy siendo un poco paranoica, todo debe ser porque he pasado demasiado tiempo solo con Dominic en la isla que comienzo a ver un poco extraño convivir con otro hombre que no sea mi secuestrador.

—Buenas señorita— dicen unísono agachan sus cabezas así mí, al notar todas, mi presencia. Estaban tan absortas en dejar bien pulido todo para Dominic que hasta este momento se percatan en mí, luego de saludarme todas continúan. Una de ella se acerca a mí con demasiado respeto y algo intimidada para hablarme.

—El almuerzo ya se va servir en el comedor— me informa con la cabeza agachada y retorciendo un poco su delantal, color negro como su miedo.

—Deseo comer aquí—hablo tranquila, pero la chica palidece como si hubiese cometido algún error.

—No señorita...aquí normalmente el señor Volkova no deja...

—No soy el ni ninguna Volkova—recalque algo molesta al ver como temblaban con mi sola presencia, no me gustaba que me viesen con miedo.

MI NECESIDAD OSCURA [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now