Capítulo 53

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Correr

Michell

El dolor puede llegar a ser tan letal que nos transporta a una cerca muerte en vida, y no me refiero al físico. El maldito dolor en el corazón donde se detiene, pero no a causa de patada o una apuñalada sino quebrándose en miles de pedazos, esos golpes que no son en tu cuerpo. Donde arrancan una parte de tu alma sin matarte, donde te derriban sin siquiera tocarte.

Las lágrimas mezcladas con sangre, dolor consumiendo mi cuerpo y mi alma volviéndose negra es el aturdimiento más fuerte que he tenido en mi vida. Normalmente cuando somos lastimados y dañados deseamos a una madre o padre que nos abrase y sea un lugar seguro. Que nos diga que todo estará bien, pero en este momento no tengo a nadie y nada conmigo solo el dolor y la tristeza que el mundo volvió a arrebatarme lo que más amo.

—¡Michell, maldita sea! — escucho un grito, pero mi mente continúa nublada en el dolor.

—¡No, No! — grito desgarrando mi alma en cada grito. El humo negro esta encima de lo que era la casa donde fui secuestrada, humillada, pero también resucitada, amada, querida y necesitada. La madera esta por todas partes en la arena, el calor que emite el lugar no es nada comparado con el calor que emite la madera consumiéndose ante mis ojos. intento correr hacia el fuego y poder culminar mi vida con ellos, cuando unas manos grandes toman de mi cintura impidiendo mi única salida rápida.

—¡Déjame! —grito mientras me empuja más hacia atrás. Con mi codo golpeo su costilla y este gruñe, pero no me suelta. Desesperada por estar con ellos y poder ver si están bien o que debo calcinarme con ellos muerdo su mano con fuerza a lo que vuelve a gruñir, pero de nuevo no me deja ir. Araña con fuerza las manos que me sostienen y no causa nada. Desesperada muerdo su ante brazo y solo calla sin soltarme aun cuando siento el sabor a metal de su sangre y la mía.

—¡Basta! —grita girándome y estampando mi espalda en la arena, lejos del fuego donde deseo acabar mi vida. Las lágrimas no paran y ejerzo fuerza para soltarme de sus manos, pero este mi inmoviliza poniéndolas arriba de mi cabeza. El dolor nubla mi conocimiento hasta que su mano izquierda toma mi mentón y sus ojos cafés se encuentra con los míos paralizándome en segundo, pero sin dejar de llorar.

—Solo déjame...—lloro viéndolo a los ojos con el dolor latiendo fuere—, morirme con ellos...—suplico y niega.

—Jamás —sentencia y cierro mis ojos recordando que es demasiado egoísta como para dejarme morir. —, una cosa es que te hieran y otra que te derriben. Lo cual me niego a que lo hagan conmigo y menos las personas que están cerca mío.

Abro mis ojos y su mirada no miente en decir que no los dejara derribarme. Dejo de ejercer fuerza y me derribo totalmente cansada y sin fuerzas en la arena detallando todo lo que paso. Lloro recordando nuestras ultimas sonrisas y locuras que hacíamos mientras nos divertíamos como la familia que éramos. Dom se pone en pie, lo cual con su mano me obliga hacerlo ejerciendo un poco de fuerza. Respiro y no sé en qué momento me encuentro en el pecho de Dominic con sus brazos en mi cintura y mi cara enterrada en su cuello llorando como la niña sin protección lo cual si me siento. Continuo con mi dolor cuando siento como los músculos de mi secuestrador se tensan, escucho ramas romperse, pero ya no quiero pelear. Dominic saca su arma y sin soltarme la direcciona a nuestra derecha y me niego a ver.

—¡Suéltala! —demanda una voz que me niego a escuchar. —¡Te dije que la soltaras!

En ese momento levanto mi vista para encontrarme con mi padre apuntando hacia Dominic seguro, mi hermana se encuentra muy golpeada detrás de él. Mi tío Joe sostiene a mi tía Kristhin ya que se encuentra inconsciente. Aun con más lagrimas suelto a Dominic, siento como su mano sujeta la mía para que no lo deje, pero es mi familia. Con lágrimas observo sus ojos y están más café claro que lo usual, suelta su agarre poco a poco y corro hacia mi padre para llorar en su pecho como una niña que encontró a su padre después de perderse en el parque.

MI NECESIDAD OSCURA [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora