Capitulo 4

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¿Olvidar?

Michell

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Una semana después

Ese día esta impregnado en mi cabeza como si hubiese sido ayer, donde el dios griego oscuro me reconoció, bueno se escucha mal pero ese hombre es perfecto «Está buenísimo». No entiendo cómo puede llamarme la atención y darme miedo a la vez, ese día tuve una sensación horrible en la boca del estómago cuando escuché su voz tan exigente y dominante, mi cerebro no reacciono y mucho menos mi cuerpo...

— Buenos días Michell, ¿Qué tal su mañana? — la voz amable de mi jefe, me obliga a salir del trance donde estaba sometida recordando al dios griego, que me persiguen en mis sueños y pesadillas.

— Buenos días... muy bien gracias, ¿necesitas algo? — le pregunto tratando que mi voz se escuche lo más normal posible. Alex, mi jefe es un nombre rubio con ojos verdes que son llamativos, mis compañeras del trabajo siempre me han dicho que yo le gusto y no me sorprende del todo ya que él siempre se muestra más atento conmigo que con mis compañeras, pero aun observándolo a él, mi mente viaja a la mirada oscura que no sucede en dejarme en paz.

Escucho como a lo lejos me responde amablemente que no, pero mi vista viaja a él observando mis muslos. Debe ser porque llevo puesta una falda purpura corta con una chaqueta del mismo color, es extraño que venga en falda, pero la idea de estar con jean me pareció horrible con el calor que ya hace fuera.

—¿Michell te puedo hacer una pregunta? — me pongo alerta intuyendo lo que va decir y asiento, no creo que esto llegue al punto que creo.

— ¿Podrías acompañarme a una cena esta noche? — lo suelta con un suspiro y algo de nerviosismo.

Su pregunta me halagada, siendo sincera mi jefe es lindo y atractivo, pero él no es mi tipo, mis gustos son de hombres más grandes intimidantes, pero sobre todo solo los que acceden a tener unas cuantas noches de placer nadad más. Mi extraño gusto de tener sexo duro es demasiado para un hombre tan dulce como Alex, follar con coraje es algo normal para mí y el dejar que ellos dejen marcas en mi cuerpo, es uno de los pocos fetiches que recuerdo en este momento.

No sé porque demonios no siento la misma satisfacción cuando estoy con un hombre dulce, pero ya he intentado de esa manera, también tener relaciones serias la cual fracasan casi siempre a los días. En este momento comprendo e intuyo que él es un ser de dulzura y yo no lo soy para nada. No quiero dañarlo con mi manera de ser y mucho menos con mi manera de usar y botar a los hombres. Mis amigas siempre me comentan que las personas buenas por más que quieran hacer daño, no pueden, sé que él no es así, pienso en cómo responderle amablemente para no herirlo.

—Alex, me halagas, pero la verdad no busco una relación en este momento — lo suelto de un golpe ya que no quiero darle falsa ilusiones y dejar claro todo. El hace una mueca de tristeza y asiente, pero puedo ver que lo decepcione, por eso no me gustan los malos entendidos, siempre me porte amable no coqueta.

— Esta bien Michell, si cambias de opinión me avisas — intenta sonreír, pero no le sale muy bien. Lo único que se me venía a la mente es aquel hombre guapo e intimidante que no pude evitar perderme en sus ojos y su manera de acercarse; como pudo ponerte a temblar con tan solo su voz. Él es mi tipo de hombre, pero me asusta que no tome medidas para acercarse a mí, cuando se acercó a mi note que con una follada te dejaría sin mover las piernas por todo un día.

Intentando retomar mi trabajo, comienzo a teclear en mi computadora detallando algunos informes de la lengua rusa y otros idiomas. Tomo mi taza de café sin evitar que mi cerebro comience a recordar detalladamente el rostro del hombre que mantiene mi mente llena. Sus cejas pobladas perfectamente, sus labios jodidamente hechos a la medida en un color perfecto rosa suave...

MI NECESIDAD OSCURA [EN EDICIÓN]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang