Capitulo 3

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Mis manos...

Dominic

Un día antes...

«La encontré» Estaba en mi auto hacia un negocio que necesitaría mi presencia, al igual que mi asunto pendiente que necesita mi alma. Mi chofer me comenta que nuestro auto está haciendo un ruido extraño, así que se detiene enfrente de un edificio donde no me percato de esto, simplemente solo espero que mi chofer vuelva a subir y sigamos el camino. Hay días que me levanto con humor horrible y hoy es uno de ellos, ya que mi búsqueda no muestra nada y necesito esto como el oxígeno a mis pulmones.

En medio de mi calvario, me someto a olvidarlo por un momento todo y concentrarme como llevare a cabo esta situación que me está enfermando, cuando una sombra me hace ladear hacia la otra ventana y mi corazón se detiene y mi pecho se agita como un idiota al observar el monumento de mujer que está viéndose en el reflejo de mi ventana, ese cabello ondulado color café es perfecto para mis demonios que ansiaban ser sometidos por la única mujer que logro hacerlos, esos labios carnosos jamás los olvidaría ya que siempre me dejan ansioso por devorarlos. 

Su mirada llena de vida y su color amarillo siempre atormenta mi recuerdo de haberle fallado cuando le prometí que la protegería como mi vida. Su cuerpo hecho a la perfección, es mi deseo encarnado en una mujer hecha a la medida, me obliga a volver desear enfermizamente que sea completamente para mí.

Ella no se percata de mi presencia dentro del auto, así que sonríe robándome el aliento por segundos, hasta que se aleja para entrar al edificio y mientras quedo como un idiota impresionado de su belleza y sencillez mi cabeza repite una y otra vez que está aquí. Mierda después de años de buscarla la encontré cuando menos me lo esperaba, aún tiene todo lo que vuelve loco y absolutamente conserva su manera de someter mis demonios con tan solo su existencia. 

Esa mujer es perfecta jamás olvidaría su rostro, su cuerpo y todo lo que tenga que ver con ella. Es el tipo de mujer que te idiotiza cuando la contemplas de cualquier forma, es jodidamente perfecta y ardiente. Totalmente sensual y adictiva para mi ser oscuro y enfermizo hacia ella. Mientras conservo la calma para no entrar al edificio azotarla y decirle que me ha dejado todo este tiempo mal sin su presencia, me confirmo a mí mismo que volví a caer en esa hipnosis...

—Señor, ¿seguimos el camino? — me dice mi chofer mientras sube al auto, sacándome del trance donde estaba sometido por volver a observar la única razón de enfermedad hacia ella.

—¡Claro! — le grito y solo pienso en que la encontré, estaba tan cerca y no lo sabía.

Sigo enojado y estúpidamente entusiasmado por perder de vista a mi monumento, pero con la seguridad que está bien y que la tengo de vuelta, no sabía que mi pecho se llenaría de una sensación inexplicable con tan solo verla de nuevo. Su vida se convirtió en una satisfacción demasiado fuerte para mí, después de haberla perdido por tanto tiempo. 

El auto avanza dejándolo atrás y rápidamente marco el número de mi investigador privado, para así poder saber todo lo que conlleva con el edificio donde ella entro con total confianza. Al llegar de mi destino la perspectiva de mi día cambio, necesito saber todo lo que pasó y todo lo que hare ahora que la encontré y que volvió a mí.

—Lucas...—contesta la llamada, mi investigador y encargado de mi seguridad.

—Señor es una academia de lenguaje—empieza y asiento, siempre le gusto aprender de lenguajes a esta mujer.

—¿Qué hace ahí? —pregunto mientras entro al elevador, para dirigirme a la reunión que tengo.

—Señor, ella es una secretaria y relevo en clases de idioma.

MI NECESIDAD OSCURA [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now