Capitulo 6

10.2K 583 10
                                    

Mía...

Michell

El sigue ahí sin decir nada solo observándome de pies a cabeza. La sensación de miedo me aturde segundos la vista, demostrando que el pavor me está debilitando aún más. El silencio y miedo abundad en mi cuerpo, poniendo a temblar mis piernas y de mi mano la lámpara se empieza a resbalar un poco. De un momento a otro la habitación se llena con tan solo sus pasos llenos de autoridad y frialdad. Cualquier persona podría ver lo intimidante y la oscuridad que se carga este hombre, esta persona tiene un aura muy oscura dando a demostrar que no le importa nada que no esté en su nariz. Su cuerpo muestra que está completamente seguro y la manera que mantiene el contacto visual conmigo demuestra que no tiene remordimiento de lo que me hará ni de lo que ha hecho, puedo ver en su rostro hay una expresión de enojo, pero a la vez sus ojos brillan como si estuviese ansioso.

—Suelta eso, Michell— susurra dominante y tan solo con esa pequeña frase, con su voz roca y seductora hace que mi cuerpo comience a temblar, no entiendo por qué me ordena como si fuese yo su mascota. El estómago se me contrae oprimiendo todos mis intestinos cuando se aproxima a mí, su rostro es perfecto al igual que su cuerpo, pero su dominante e hipnotizante aura oscura me hace temblar como gacela ante un depredador—¡Que la sueltes! — grita fuete asiendo que salte del susto y una lagrima cae por mi mejilla, por miedo decido bajarla, pero el pavor y angustia sigue en mi cuerpo al saber que podrá hacer lo que quiera conmigo. Es enorme y estoy en una isla lejos de todo lo que conozco, bajo mi mirada ante la impotencia, todavía siento como su mirada fría sigue mi movimiento de derrota.

El cierra la puerta con pestillo y me ordena, estar en la cama mientras él se sienta en un sillón de al lado, el comienza hablar mientras yo me mantengo observando a la nada. Los recuerdos de mi familia y mis amigos, las fiestas, mi mama ayudándome y yo intentando ayudarla cuando ella estaba mal a causa de su enfermedad viene y me dan ganas de llorar. Se que todo se está yendo a la mierda con esta situación, las lágrimas brotan sin aviso previo, mi familia me buscara y nunca me encontrarán, mientras mis amigas creerán que estoy muerta pero tarde o temprano lo estaré con este demonio cerca mío.

La vida vuelve a pasar en segundos a mi cabeza, todo lo que conocía y amaba se fue a la mierda, si intento escapar simplemente tendré un final peor. Internamente con el miedo en todo mi cuerpo, solo deseo que mi muerte sea rápida para que así mi familia tan siquiera tenga un cuerpo que sepultar. Mi mente nublada de miedo y de escenas llenas de pavor se concentra en el hombre que tengo enfrente, mientras maldigo su vida y todo lo que me está haciendo, pienso en cómo me gustaría matarlo a golpes, aunque no podría ni darle dos. Tal vez imagine muchas cosas de él y muchas cosas que me haría, pero jamás contemple la idea, de que sucedería tal cosa.

—Me llamo Dominic — dice tranquilo acomodándose en el sillón inmenso que se encuentra a mi lado, me observa atentamente mientras yo vuelvo a observar a la nada, no entiendo de donde demonios había escuchado ese nombre. Su vista esta clavada en mi pudo sentirla, sus ojos cafés claros son tan penetrantes que mi alma se siente más que acorralada y sometida a su oscuridad. —Primera regla, no intentes nada ya que no servirá estamos en una isla — me avisa y las lágrimas no cesan. Obviamente hay algo en esta situación que me pone peor, saber que me secuestro o saber que no tengo ni una pequeña posibilidad.

—Regla—repito perdida en mi mundo, solo escucho sus órdenes abstraída de tal lugar, siento morir en vida, pero para ello necesito que lo haga rápido, arrebato mi vida y no pienso entregarse.

—No hay escapatoria, como puedes notar no hay nada más, aparte de mi casa y nosotros dos— su manera de ordenar me rompe y una furia crece al escucharlo, con sus palabras solo confirmo que estoy en el mismo infierno afrontando algo que jamás pensé que pasaría en mi vida—Segundo, no hay señal aquí, así que arrome el juego de encontrarte buscando algo para llamar, estamos muy lejos de todo— lo dice con un tono irónico que me molesta, perece que disfruta mi miedo y la manera que me tiene sumisa en su plan de mierda. Me comienza a salir más lágrimas, pero no digo nada solo proceso la información en mi cabeza «¿Por hace esto?».

MI NECESIDAD OSCURA [EN EDICIÓN]Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα